Qantas pega el salto sin escalas entre Australia y Londres

Volar 17 horas en el vuelo de Qantas que une a Londres con Perth, una nueva prueba de fuego para los vuelos de ultra largo alcance

Cuando el vuelo QF9 de Qantas despegue de Perth a las 18:50 de este sábado (hora local), con destino a Londres, consolidará el pistoletazo de salida para los vuelos de ultra largo alcance.

Serán 17 horas desde Australia hasta el Reino Unido, en el primer vuelo directo entre ambos países, con un recorrido de casi 15.000 kilómetros (14.498, para ser exactos).

Sin embargo, este no es el vuelo más largo del mundo. La conexión Auckland-Doha de Qatar Airways demora 18:05 horas, y tiene 14.535 kilómetros. La mayor diferencia de tiempo de vuelo es que el de Qantas atraviesa el globo terráqueo en dirección sur – noroeste, mientras que el de la aerolínea catarí lo hace cruzando más usos horarios, en dirección al sureste.

Qantas lidera la tendencia de expandir los límites de la aviación, porque si la jugada sale bien, quiere poner sobre la mesa la conexión Sídney-Londres, que podría llegar a las 20 horas, para los próximos cinco años. Boeing y Airbus ya están tomando nota.

Los primeros vuelos entre Europa y Australia demoraban cuatro días y con nueve escalas

Este vuelo aligera notablemente los tediosos viajes entre Gran Bretaña y su antigua metrópoli. En 1947, cuando se instauró la ruta, el viaje demoraba cuatro días y tenía nueve escalas. Metafóricamente, Qantas lo bautizó como “la ruta canguro”.

Actualmente, volar desde Sídney a Londres implica, como breve, 22 horas con una escala intermedia; y desde Perth, unas 20 horas.

Por qué Perth

La elección de Perth obedece, por ahora, a criterios logísticos: es la ciudad más importante de la costa oeste de Australia. Pero también hay un importante factor económico: es la capital de la minería del país oceánico, donde operan grandes multinacionales como BHP Billiton y Rio Tinto Group.

Más que turistas, Qantas aspira a llenar sus vuelos con pasajeros corporativos, para que el vuelo sea económicamente rentable. La clave está en seducir con la propuesta de un viaje de 17 horas directo antes que tener que hacer escala en Singapur, y demorar al menos dos horas más.

El billete del vuelo directo de Qantas puede costar el doble que un vuelo con escala en Singapur

Es que los billetes no son muy económicos: un pasaje en business puede llegar a los 7.800 euros, y en la económica, oscilaría en los 1.900 euros. Si se elige un vuelo con escala en Emirates, en la clase más exclusiva se puede pagar 3.500 euros.

El avión ideal 

El B787 Dreamliner fue adaptado con menos asientos (236 plazas) que otras aerolíneas, y al menos un tercio de ellos fueron destinados a las clases business o económica premium.

De hecho, la clase más exclusiva contará con 42 butacas que se convierten en camas, la mejor manera de soportar tanto tiempo en una ubicación.

El B787 es un modelo de Boeing que fue diseñado para que su estructura sea un 20% más liviana. Además su mejor presurización, por volar a más altura, logra que el pasaje no se sienta tan cansado tras la maratón de horas de vuelo.

El enemigo natural

Qantas desarrolla diversas estrategias para engañar al reloj biológico y evitar que los pasajeros sufran de jet lag tras las 17 horas de vuelo.

Qantas ofrece menús con alimentos pensados para que el pasajero pueda conciliar el sueño o se sienta más despejado, según el momento del vuelo

Esta sensación no se puede reducir, pero sí se la puede minimizar. Por ello la aerolínea y el centro Charles Perkins, de la Universidad de Sídney diseñaron menús con alimentos que permitan una mejor hidratación, y bebidas que ayudan a despertar al pasajero, como cafés, tés y chocolates.

También habrá un pequeño autoservicio para que los viajeros tengan una excusa para dar una vuelta por la aeronave y picar algo.

Cambios en la cabina

Otro truco visual y psicológico está en las luces: la cabina del vuelo se adaptará a los husos horarios. Pero lo hará suavemente: en lapsos de 15 minutos las luces van graduando desde tonos azules, que mantiene al pasajero más activo (como si fuera el cielo diurno) a colores amarillos y naranjas, que ayudan a conciliar el sueño (como si fuera el atardecer).

“Crear los efectos de la luz natural en un avión que viaja miles de metros y a toda velocidad es un desafío para la ciencia”, precisó Phil Capps, jefe de desarrollo de Qantas.

Comienza la carrera

Si los pasajeros llegan despejados a Londres y si a Qantas le cuadran los números, habrá comenzado la carrera por los vuelos ultra largos.

De hecho Emirates, Qatar Airways y United Airlines son otras compañías que compiten para ofrecer vuelos superiores a las 18 horas sin escalas, con conexiones desde Oriente Medio a Nueva Zelandia o desde Houston a Sídney.

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