El vuelo ultra largo que bate récords pero pincha en ocupación

La conexión de Qantas de Perth a Londres no llega al 80% de ocupación, y pone la lupa en la viabilidad de los vuelos ultra largos

El vuelo ultra largo de Perth (Australia) a Londres bate récords. No como modelo de negocio, sino en velocidad: el vuelo de 14.498 kilómetros –por ahora el segundo más largo del mundo- redujo su tiempo de viaje de 17,20 horas en 45 minutos. Gracias a los fuertes vientos que encontró el B787 Dreamliner, pudo completar su recorrido en 16,23 horas.

A pesar del entusiasmo de Qantas el éxito comercial de este vuelo maratónico no está asegurado. Según un cálculo de The Telegraph, en los primeros cuatro meses de operatividad los aviones tuvieron una ocupación media del 78,1%, lo que implica que casi una cuarta parte de los 236 asientos de la aeronave se encontraban vacíos.

A modo de comparación, estos son 3,3 puntos menos que la ocupación promedio de las aerolíneas del grupo australiano, del 81,4%.

Los vuelos Perth-Londres tuvieron una ocupación de 3,3% menor al promedio de las aerolíneas de Qantas

Los vuelos comenzaron a ofrecerse en marzo, y para ese mes lograron un 73,9% de ocupación. El índice subió al 75,5% en abril, luego al 76,2% en mayo, y en junio ascendió al 83,7%. Se espera que en la próxima semana, cuando Qantas difunda sus resultados trimestrales, se conozca la ocupación de julio.

¿La menor ocupación puede ayudar al negocio?

Pero para los directivos de Qantas estos son resultados positivos, que superan sus expectativas, cita el medio inglés. Incluso el viaje con una media de 50 asientos vacíos beneficia la operatividad, dijeron, porque evita que un mayor gasto de combustible en un vuelo tan largo.

De hecho, el consejero delegado de la aerolínea, Alan Joyce, promocionaba que las cabinas de los Dreamliner de la aerolínea ofrecen “un mayor nivel de confort con una menor cantidad de plazas que nuestros competidores”.

Los vuelos más largos del mundo

Para que un vuelo de ultra largo radio sea negocio, debería tener una mayor cantidad de plazas ocupadas, indican expertos del sector. Las cifras de Qantas sirven para analizar la viabilidad de trayectos que superan las 15 horas de vuelo.

En octubre Singapore Airlines lanzará la conexión a Newark, cerca de Nueva York, de 15.348 kilómetros, y se convertirá en el nuevo vuelo más largo del mundo. Por ahora el cetro de esta categoría es de Qatar Airways, con la ruta Doha-Auckland, de 14.535 kilómetros.

En octubre Singapore Airlines lanzará la ruta directa a Newark, de 15.348 kilómetros

Luego viene el citado Perth-Londres, y en cuarto lugar se encuentra la conexión Dubai-Auckland de Emirates (14.200 kilómetros), seguida por la ruta Los Ángeles-Singapur de United Airlines, de 14.113 kilómetros.

Desafío más allá de la tecnología

La carrera por los vuelos de ultra largo radio suponen un desafío tecnológico en el que los fabricantes ya están trabajando. No sólo por lograr la máxima autonomía de vuelo, sino también por dotar de la suficiente comodidad a los pasajeros para resistir un vuelo sin escalas superior a las 16 o 17 horas.

Qantas lanzó el guante a Boeing y Airbus con el Proyecto Amanecer, con el que pretende unir Sídney y Melbourne con Londres y Nueva York sin escalas para el 2022.

Lo máximo que por ahora pueden hacer estos fabricantes es optimizar los B777-8 o el A350 para poder volar hasta 21 horas sin necesidad de reabastecimiento.

Aunque se lograra la tecnología necesaria, no se puede luchar contra la naturaleza y eliminar el jet lag. Por eso Qantas hace un par de años que patrocina las investigaciones de un equipo formado por psicólogos, nutricionistas y expertos en fisiología del sueño del centro Charles Perkins, de la Universidad de Sídney.

El objetivo es minimizar la fatiga por el viaje y los cambios de horario, para asegurar el éxito comercial de estos vuelos que atravesarán medio planeta sin detenerse.

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