Las huelgas giran a Ryanair una factura de 2.740 millones

Ryanair se deja el 15% de su valoración bursátil en un mes cruzado por las huelgas de pilotos y tripulantes

Las huelgas pasan factura a Ryanair. Los valores de la compañía de bajo coste cayeron el 4,02% este viernes, debido a la desconfianza de los mercados frente a la huelga de los sindicatos de pilotos de cinco países europeos. En los últimos 30 días, los títulos de la compañía descendieron el 15,02%, lo que equivale a una disminución de la capitalización bursátil de 2.740 millones de euros.

Según estadísticas de Reuters, el 10 de julio las acciones de Ryanair se cotizaban en la bolsa de Dublín a 15,25 euros, pero en el medio sucedieron dos jornadas de huelga de los tripulantes de España, Bélgica, Italia y Portugal (25 y 26 de julio) y este 10 de agosto, el paro de los pilotos de Alemania, Suecia, Holanda, Italia e Irlanda. En el caso de los irlandeses, es la cuarta medida de fuerza en menos de un mes.

Después de 30 días, sus acciones llegaron hasta los 12,96 euros, por lo que su capitalización bursátil pasó de los 18.329 millones a los 15.589 millones de euros.

La ola de huelgas en Ryanair

Ryanair, hasta hace pocos meses, presumía de que no había sufrido ninguna huelga en sus 30 años de historia. Pero el paro de los tripulantes portugueses el 29 de marzo desató una ola de medidas de fuerza que no tiene visos de finalizar.

En los últimos 30 días la capitalización bursátil de Ryanair disminuyó en 2.700 millones de euros

Las huelgas de los tripulantes dejaron a más de 100.000 pasajeros sin sus vuelos, mientras que la de los pilotos implicó la cancelación de 400 operaciones y perjuicios para 67.000 viajeros.

Reclamaciones de pilotos y tripulantes

Las reclamaciones de los pilotos, así como los tripulantes, no solo son por mejores salarios; sino que también exigen que sean contratados bajo las leyes de cada país, y no por el modelo laboral irlandés, que es más flexible que las legislaciones de otros países europeos.

El consejero delegado Michael O’Leary dijo que podría aceptar el reconocimiento de los sindicatos y aceptó eliminar la figura de los contratados como falsos autónomos con el pase a plantilla, pero no quiere ni oír hablar de cambiar el estatus legal de las contrataciones.

Preocupación de los mercados

Los mercados miran con preocupación la caída bursátil de la aerolínea de bajo coste y la creciente conflictividad laboral. “El impacto es incierto”, dijo Jonathan Fearon, director de inversiones de Standard Life Abeerdeen a Bloomberg, y consideró que las huelgas marcan el final de un modelo de negocio que duró bastantes años.

Ryanair redujo sus ganancias un 20% en el último trimestre, y dispuso 200 millones de euros adicionales para las mejoras salariales

Ryanair es posible que siga creciendo y que se mantenga como la aerolínea de bajo coste más importante de Europa, “pero con un menor margen de rentabilidad”, señaló Andrew Lobbenberg, de HSBC Global Research.

Menores ganancias

En la presentación de resultados del último trimestre, Ryanair informó que sus ganancias bajaron el 20%, al pasar de 397 millones de euros del año pasado a 319 millones.

La compañía puntualizó que contemplaba un aumento de los gastos: 200 millones adicionales para pagar los aumentos de salarios pactados (en un 20% en el caso de pilotos como en Gran Bretaña) y 430 millones más para afrontar la subida del petróleo.

Pero esta ola de huelgas también implican un impacto económico que todavía no fue valorado, por la recolocación de los pasajeros afectados.

Polémica por las indemnizaciones

Las indemnizaciones entran en un capítulo aparte: la aerolínea mantiene su rechazo a pagar a los pasajeros afectados, ya que argumenta que la directiva EU261 de compensaciones no se aplica en estos casos porque las huelgas son “circunstancias extraordinarias que están fuera de control de Ryanair”.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, así como el Ministerio de Fomento y la Agencia Española de Seguridad Aérea rechazan este argumento: si los que realizan la huelga son los tripulantes de cabina o los pilotos, que son personal de la compañía, no hay ninguna circunstancia extraordinaria de por medio. Y Ryanair debe asumir las compensaciones que surjan.

Fomento recuerda que la aerolínea debería abonar entre 250 y 600 euros a cada afectado, depende del trayecto del viaje comprado. Solo en España tendría que afrontar pagos de entre 15 y 20 millones de euros, pero a la compañía le sale más a cuenta saldar la multa de 4,5 millones que le impondría la Justicia si aplicara la Ley de Seguridad Aérea, denunciaron asociaciones de consumidores como Facua.

El futuro

El interrogante es quién ganará el pulso. Los tripulantes esperan que se retomen las negociaciones, pero afirmaron de que si no hay acuerdo volverán las huelgas.

Ryanair advirtió que si persisten las medidas de fuerza se verá obligado a replantear su modelo de negocio y, llegado el caso, disminuir frecuencias y hasta cerrar bases. De hecho, tras uno de los paros en Irlanda, anunció que trasladaría parte de la flota de Dublín a Polonia.

Pero Ryanair tiene una ventaja: si hay paros durante el otoño o el invierno, su impacto será menor. En los meses siguientes las aerolíneas de bajo coste suelen reducir las frecuencias y suspenden rutas, con lo que también necesitarán menos personal para sus operaciones. Si persiste la conflictividad laboral, los sindicatos no tendrán el mismo poder que en estos meses de un verano agitado.

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