Ryanair acepta contratar a los pilotos bajo la ley española

Sepla llega a un acuerdo con Ryanair por las contrataciones bajo la ley española y retira la demanda judicial que había presentado contra la aerolínea

Tras meses de conflictos que derivaron en una huelga en agosto, Ryanair y Sepla firmaron la paz. La aerolínea y el sindicato de pilotos llegaron a un acuerdo sobre la aplicación de la legislación laboral española a los pilotos basados en el país.

A cambio Sepla se comprometió a retirar la demanda que había presentado contra la aerolínea irlandesa ante la Audiencia Nacional en julio, para reclamar que los contratos se firmen bajo la legislación laboral española y que se establezca un nuevo convenio laboral.

La estrategia judicial de los pilotos dio más frutos que la confrontación de los tripulantes por medio de huelgas. El motivo es el mismo: que los trabajadores que vuelan para Ryanair estén cubiertos bajo la legislación española y no por la irlandesa, como es política en la aerolínea de Michael O’Leary.

Detalles del acuerdo

Los pilotos de Ryanair basados en España podrán adaptar sus contratos a la legislación laboral española antes del 31 de enero de 2019. Según el director de recursos humanos de la aerolínea, Eddie Wilson, es posible de que en muchas ocasiones los beneficios de la legislación irlandesa son mayores, por lo que consideró que muchos pilotos «decidirán seguir manteniendo» el actual contrato.

Los pilotos que quieran estar bajo la legislación española tienen tiempo hasta el 31 de enero para cambiar su contrato

Otras ventajas que se acordaron es la adaptación de las bajas de maternidad y paternidad, que pasa de 15 días sin empleo y sueldo como en Irlanda frente a las cinco semanas remuneradas en España; la reducción de los periodos de prueba (de un año a seis meses) y el reconocimiento de la sección sindical.

Según explicó el jefe de la sección sindical de Sepla en Ryanair, Juan Antonio Cañete, también se sentaron las bases para negociar el primer convenio colectivo estatutario de los pilotos de la aerolínea irlandesa en España.

Meses de desencuentros

La regularización de los pilotos de la aerolínea a la legislación española supondría un coste de 1,3 millones de euros para la compañía, según calculó Sepla.

Aunque inicialmente confiaba en llegar a un acuerdo con la compañía, la sección sindical de Ryanair del Sepla demandó finalmente a la aerolínea ante la Audiencia Nacional al entender que la supuesta negociación ofrecida a finales de junio era «una estrategia» para ganar tiempo y un intento «infructuoso» de llegar a un acuerdo en el del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA).

El pase de los pilotos a la legislación española supondría un coste de 1,3 millones de euros para Ryanair

Pero en agosto volvieron los acercamientos entre ambas partes, tras la firma del primer convenio colectivo de pilotos de la compañía en toda Europa, alcanzado en Italia, su segundo mercado más importante después de España.

Ryanair, que se comprometió a reconocer a los sindicatos en diciembre de 2017, ha logrado acuerdos con las tripulaciones en países como Italia, Reino Unido e Italia.

Cambio de política

El cambio de política de Ryanair llega tras un verano marcado por las huelgas de pilotos y tripulantes. La conflictividad laboral no daba visos de cesar, tras las amenazas de los TCP de volver a realizar tres días de paro en Navidad.

La compañía confía en que este acuerdo logre allanar el camino para lograr también un acuerdo con los tripulantes de cabina. Este mismo jueves está prevista una reunión en la Dirección General de Trabajo entre Ryanair y los sindicatos USO y Sitcpla para intentar llegar a un acuerdo sobre el colectivo de auxiliares de vuelo.

Entre las razones del cambio de actitud de Ryanair se encuentra que un incremento de los choques laborales con sus trabajadores puede perjudicar su modelo de negocio. Debido al aumento del petróleo y problemas operativos por las huelgas en las estaciones de control aéreo, la compañía redujo sus beneficios un 7% en el último semestre, la primera caída en cinco años.

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