Singapore batirá el récord de vuelo ultra largo el 11 de octubre

Airbus entrega el primer A350-900ULR con el que la aerolínea operará el vuelo Singapur-Nueva York de 19 horas sin escalas

El vuelo más largo del mundo, un récord que por ahora ostenta Qatar Airways en su conexión Auckland-Doha de 18 horas y 14.535 km, será ostentado a partir del próximo mes de octubre por Singapore Airlines, que ya cuenta con el Airbus A350-900ULR (ultra longe range) que lo hará posible.

Será el próximo 11 de octubre cuando la aeronave, que ya obra en poder de Singapore Airlines, emprenderá la ruta entre el Aeropuerto Internacional Newark Liberty de Nueva York y Singapur. No necesitará hacer ninguna escala. El vuelo recorrerá los 16.700 km de distancia que separan ambas ciudades en un tiempo estimado de 18 horas y 45 minutos.

El nuevo servicio de Singapore, que superará en duración a la ruta Auckland-Doha de Qatar, ofrecerá desde el 11 de octubre tres vuelos semanales entre Singapur y Nueva York, que pasarán una semana después a una frecuencia diaria

El vuelo ultra largo

El avión, primero de los siete A350-900ULR que la aerolínea encargó a Airbus y da una nueva vuelta de tuerca a los vuelos de ultra largo alcance, operará la ruta desechada por hace más de cuatro años por Singapore, dejando un hueco del que se beneficiaron aerolíneas como Qantas y Cathay Pacific.

El nuevo servicio de Singapore, que superará en duración a la ruta Auckland-Doha de Qatar, ofrecerá inicialmente tres vuelos en su primera semana de operación, que pasarán a una frecuencia diaria a partir del 18 de octubre.

A partir de noviembre, la aerolínea abrirá otra nueva ruta ultra larga entre Singapur y Los Ángeles

Además, la aerolínea prevé usar otro de estos aviones en otra ruta ultra larga, en este caso entre Singapur y Los Ángeles, que operará a partir de noviembre. También prevé aumentar otras rutas directas entre Estados Unidos y el país asiático.

 

El avión sin clase turista

El ULR es una variante del A350 del que disponen ya numerosas aerolíneas para vuelos de medio y largo radio, entre ellas la española Iberia, y el principal cambio respecto del avión estándar es un sistema de combustible modificado.

Esta modificación permite al avión transportar 165.000 litros de combustible, un aumento de 24.000 litros. También ofrece, según señaló el fabricante Airbus, una serie de mejoras aerodinámicas, incluyendo winglets extendidos.

El avión que batirá el récord de la ruta ultra larga se ha configurado sin clase turista, con asientos y ventanas más amplias, así como un sistema de iluminación especial con el que pretenden evitar el temido jetlag 

Además de sus aspectos técnicos, destaca el hecho de que el avión se ha configurado sin clase turista, en lo que supone una apuesta de Singapore por optimizar la experiencia del usuario, ofreciendo asientos y ventanas más amplias, así como un sistema de iluminación especial con el que pretenden evitar el jetlag de los vuelos más largos.

Así, la nave cuenta solo con dos opciones de asientos: business -67 plazas- y clase turista premium, de la que ofrece un total de 94 plazas

Singapore Airlines completará su flota de Airbus A350-900ULR hasta contar con siete aviones de largo recorrido, que estarán plenamente operativos antes de finalizar 2018.

Viabilidad de los vuelos ultra largos

Pese a los avances tecnológicos y el deseo expresado por diferentes aerolíneas que, como Qantas, retó a los grandes fabricantes a proporcionar aviones que pudieran volar más de 20 horas sin escalas, un reciente análisis del vuelo Pert-Londres de esta compañía, segundo más largo del mundo en la actualidad y que se opera con el B787 Dreamliner, no está registrando el éxito comercial esperado.

Pese al entusiasmo de Qantas, en los primeros cuatro meses de operatividad de su ruta ultralarga entre Perth y Londres, los aviones tuvieron una ocupación media del 78,1%, con casi una cuarta parte de sus 236 asientos vacíos

Así, y a pesar del entusiasmo de Qantas, en los primeros cuatro meses de operatividad de la ruta, los aviones tuvieron una ocupación media del 78,1%, lo que implica que casi una cuarta parte de los 236 asientos de la aeronave se encontraban vacíos.

A modo de comparación, estos son 3,3 puntos menos que la ocupación promedio de las aerolíneas del grupo australiano, del 81,4%.

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