Trump entra en la batalla entre Boeing y Airbus

La OMC declara ilegales las subvenciones concedidas al fabricante estadounidense para el 777X. El fallo previsiblemente será recurrido por Washington

Un varapalo histórico para el gobierno de Estados Unidos (EEUU) en un momento especialmente delicado. La Organización Mundial del Comercio (OMC) dictaminó este lunes que las subvenciones otorgadas a Boeing para la fabricación del 777X en suelo estadounidense son ilegales y contrarias a las leyes de comercio internacionales.

Es el último episodio de una guerra que se remonta más de una década atrás. En octubre, la misma OMC condenó las ayudas recibidas por Airbus, la otra cara del duopolio que rige la industria aeronáutica mundial, por parte de le Unión Europea (UE) para el lanzamiento del A350. “No podría haber sido lanzado al mercado de no ser por las ayudas ilegales», aseguró entonces el organismo internacional.

La decisión que ahora afecta a Boeing proviene, como no podía ser de otra manera, de una denuncia interpuesta por la Comisión Europea en 2013 ante la decisión del estado de Washington de modificar y ampliar hasta el 2040 los incentivos fiscales para el fabricante. Todo ello a cambio de que Boeing produjese en este territorio el ala y el fuselaje del 777X, además del montaje final del aparato.

El estado de Washington amplió los incentivos fiscales a cambio de mantener la producción en su territorio

Según los cálculos efectuados por Bruselas, el paquete de subvenciones sancionado asciende a 5.700 millones de dólares (en torno a 5.400 millones de euros). Según fuentes comunitarias consultadas por EFE, Boeing no tendrá que devolver este importe al Gobierno de EEUU, aunque tampoco se podrá beneficiar de dichas ayudas de aquí en adelante. La OMC recomienda a Washington que retire en un plazo de 90 días estas exenciones fiscales.

Aun con todo ello, y como ocurre con cada episodio de esta disputa transnacional, los hechos podrían dar un vuelco próximamente. Tal y como ha reconocido la OMC, la actual sanción es recurrible, lo que abre la puerta a que el futuro gobierno de Donald Trump impugne la decisión.

El ejecutivo de Trump podrá recurrir y demorar en el tiempo la aplicación de la sanción

Hay que recordar que, dentro de las volubles promesas del político republicano durante la campaña, quizás la más rotunda fue la defensa de los intereses de las empresas estadounidenses frente a los tratados y normativas internacionales y la competencia externa. America First fue uno de sus principales eslóganes electorales.

Por lo pronto, las autoridades estadounidenses ya han anunciado que están revisando el fallo de la OMC, al mismo tiempo que el gobierno federal está en consultas con representantes del estado de Washington, principal plaza de fabricación de Boeing, para responder al dictamen emitido este lunes, según publica The Wall Street Journal.

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