El turismo de borrachera desmadra a Ryanair

Un vuelo de Ryanair desde Dublín a Ibiza tuvo que ser desviado a París por los incidentes de 20 pasajeros borrachos

Ryanair busca de forma desesperada frenar al turismo de borrachera que perjudica sus operaciones y su imagen pública. El último incidente que sufrió la aerolínea irlandesa fue el escándalo que provocaron 20 turistas ebrios, que obligó a que el vuelo Dublín-Ibiza tenga que ser desviado a París.

Según informaron varios medios británicos e irlandeses, los pasajeros incívicos abordaron el vuelo el sábado por la mañana en la capital de Irlanda, tras haber bebido en los bares del aeropuerto.

Cuando las molestias de los viajeros alcoholizados eran insoportables, el capitán decidió desviarse de la ruta y poner rumbo a París Beauvais, donde el vuelo se demoró por 2 horas y 40 minutos.

En la terminal francesa quedaron detenidos tres pasajeros que habían protagonizado la mayor parte de los incidentes.

Sin alcohol en los aeropuertos

El portavoz de Ryanair, Robin Kiely, confirmó el incidente y reiteró el pedido de la aerolínea a las autoridades aeroportuarias para frenar el turismo de borrachera.

El vuelo Dublín-Ibiza de Ryanair tuvo que ser desviado a París por los incidentes de 20 pasajeros borrachos. Tres quedaron detenidos

Como hace dos semanas, Kiely pidió que se prohíba la venta de alcohol en los aeropuertos antes de las 10 de la mañana, y que como mucho se pueda expender dos bebidas por persona previo al embarque.

Nada de botellas en cabina

Ryanair también envió correos electrónicos a los pasajeros que vuelan a Ibiza para recordarles que no pueden subir botellas de alcohol a bordo, por lo que serán despachadas a bodega sin cargo.

La aerolínea low cost advierte de que las puertas de embarque serán verificadas por los tripulantes, y en caso de que haya algún pasajero con un poco de alcohol en sus venas o que intente colar botellas entre su equipaje de mano “se les negará el acceso a bordo sin reembolso ni compensación”.

Sin embargo la compañía aérea sigue vendiendo alcohol en sus vuelos, excepto en algunas conexiones a Ibiza durante el verano. A bordo se puede comprar vino (seis euros), cerveza (4,5 euros), whisky u otros destilados (5,5 euros).

a.
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