BlaBlaCar se enfrenta el martes al juez que cerró Uber

BlaBlaCar encara su semana decisiva. La plataforma para compartir trayectos en coche se enfrenta el martes al juez que decretó la suspensión cautelar de Uber. La patronal Confebus la ve como un actor que practica la "competencia desleal". Los expertos dudan de la denuncia.

BlaBlaCar prepara su semana clave. La plataforma para compartir trayectos en coche se enfrenta el martes al magistrado del Juzgado Mercantil número 2 de Madrid, el mismo que ordenó el cese inmediato de Uber. La tecnológica española, que esta semana ha celebrado sus 2,5 millones de usuarios, se defiende de una demanda por «competencia desleal» de la patronal de autobuses Confebus.

«Compartir coche se ha hecho toda la vida. Pero BlaBlaCar no es éso. Es un intermediario que cobra una comisión, un 10% del coste del trayecto. Y, en algunos casos, ofrece un servicio de contacto con conductores que carecen de licencia para ofrecer servicios de transporte», ha explicado a 02B el presidente de Confebus, Rafael Barbadillo. 

«Un error»

La denuncia de la patronal es, según los expertos, «equivocada». Así lo ve Jordi Sabater, experto en consumo y director de la revista ConsumoClaro.es. «Un servicio colaborativo no es competencia, es una alternativa. Y así lo debería ver Confebus. Si hay fraude, que se pongan filtros, pero que no suspendan toda la plataforma». 

El experto en consumo defiende que BlaBlaCar es «ecológico y colaborativo«, y que supone un avance tecnológico respecto al autobús. «¿Tienen los buses españoles wifi, sistemas de entretenimiento a bordo y butacas cómodas? Si quieren competir, tiene que ser por servicio, no por precio», prescribe.

El 20% en operaciones salida

Los argumentos no convencen a las empresas de transporte. «En algunas rutas y en operaciones salida, la demanda ha caído un 20% por las colas de pasajeros esperando a su coche de BlaBlaCar. Menos pasajeros para nosotros significa menos capacidad, menos frecuencias y, por lo tanto, menos empleo», avisan.

En este tablero, la tecnológica –que llegó en 2010 a España- no se amilana. El jueves celebró en Madrid una fiesta para celebrar que ha llegado a los 2,5 millones de usuarios en 19 países. Lo que empezó como una red social para compartir coche «ya es una nueva forma de movilidad» que «crece a ritmo exponencial».

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