Cataluña instala el «palo y zanahoria» con Renfe

La Generalitat aplicará incentivos y penalizaciones al operador e incluso podrá revocar el servicio si no se corresponde con los cánones de calidad exigidos

La guerra abierta por los trenes de Cercanías entre Renfe y la Generalitat de Cataluña llega a su fin. Ambas partes han sellado un pacto para el contrato de servicios que se aplicará en esta comunidad autónoma en los dos próximos años. El Ministerio de Fomento se compromete a pagar 165 millones en infraestructuras.

La Generalitat fiscalizará la evolución del servicio al milímetro y aplicará una política de palo y zanahoria al operador ferroviario. Así, creará un sistema de incentivos y penalizaciones al operador según la evolución del pacto. El Govern incluso podrá revocar el servicio si no se alcanzan los cánones de calidad exigidos.

Por otro lado, el Ministerio de Hacienda también asumirá 100 millones de euros de déficit de explotación.

La contienda

El conseller del departamento de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, y la ministra de Fomento, Ana Pastor, han firmado este lunes el acuerdo que pone fin a una batalla que se inició en noviembre del año pasado. Por aquel entonces, el antecesor de Vila en el cargo, Lluís Recoder, abrió 125 expedientes sancionadores al operador ferroviario por un cúmulo de retrasos.

La contienda tuvo un nuevo capítulo cuando Renfe respondió diciendo que presentaría alegaciones a las sanciones y reclamó a la Generalitat 291 millones de euros por el coste de la prestación del servicio en 2011 y 2012.

El contrato

La partida que Fomento pondrá a disposición de Renfe en Cataluña se destinará a mejorar el servicio, renovar los trenes y mejorar las frecuencias. El nuevo acuerdo aborda también el desarrollo de Cercanías en Tarragona, Girona y Lleida a partir de enero de 2014.

El contrato de servicios de Cercanías se enmarca dentro del traspaso de competencias hacia Cataluña que la Administración central aprobó en 2007 con el Estatut. La gestión del servicio ferroviario y sus infraestructuras pasaban a ser cosa de la Generalitat a partir del 2010 aunque Renfe y Adif mantuvieron su titularidad hasta finales del año que viene.

¿Qué ocurrirá a partir de 2015? La liberalización del sector aún es un misterio. No obstante, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, mantuvo recientemente una reunión con la Société Nationale des Chemins de Fer Français (SNCF) –la red de ferrocarriles francesa– al respecto de este tema.

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