Colombia descubre un nuevo volcán que podría ser peligroso para los aviones

Los científicos del Servicio Geológico Colombiano han descubierto un volcán que hasta ahora había permanecido oculto y camuflado bajo una espesa vegetación. Por encontrarse a una baja altitud y sin un cráter claramente visible, El Escondido, como ha sido bautizado por los científicos, no había sido descubierto hasta ahora. La formación se encuentra en la región selvática en Samaná, Caldas, una zona ubicada entre las ciudades de Bogotá y Medellín.

Con el nuevo descubrimiento, Colombia cuenta con 39 volcanes, 15 de ellos activos. Casi todos están ubicados en la cordillera de Los Andes. «Las evidencias muestran que este volcán es potencialmente peligroso por la extensión de los depósitos de roca que son más grandes que el volcán Machín, el más explosivo en el país. Eso le da un carácter realmente relevante», explicó el coordinador de la actividad de monitoreo e investigación volcánica del país, John Macario Londoño, al diario El Tiempo.

Por su baja altura (1.700 metros) el volcán ha permitido la formación de vegetación sobre su cráter. La formación, que parece estar inactiva, se encuentra fuera de la cordillera de Los Andes y se percibe, a simple vista, como una montaña común.

Formación joven

Hasta el momento, en Colombia no se han registrado movimientos sísmicos atribuidos al volcán ni se ha comprobado que el cráter emita gases o vapores, según han explicado los científicos colombianos involucrados en el proyecto.

A pesar de que no se ha podido determinar con precisión su edad, los estudios sobre las erupciones pasadas indican que podría tener unos 30.000 años, por lo que sería considerado un volcán joven. «Fueron erupciones muy importantes que cubrieron las zonas de Antioquia y Caldas», explicaron los científicos.

Aguas termales

Si se confirma esa edad, el equipo realizará un seguimiento para determinar la posible actividad y el movimiento que genera para valorar planes de protección para las poblaciones cercanas y para los aviones que sobrevuelan la zona.

El equipo que ha descubierto la formación también ha detectado fuentes termales en la zona, un indicio (pero no una certeza) de que el volcán podría conservar algún tipo de actividad. «Las formaciones termales pueden durar más tiempo después de que el volcán termine su actividad», explicaron los portavoces del equipo.