La marcha atrás en leyes gay amenaza el turismo en Bermudas

Tres líneas de crucero de Carnival con matrícula en las Bermudas no podrán celebrar matrimonios homosexuales

Esta semana, el gobierno de las Bermudas tomó una decisión que compromete a su industria turística. Después de aprobar el matrimonio homosexual en mayo de 2017, el gobernador John Rankin firmó una nueva ley que lo prohíbe. La medida es bien vista por la parte conservadora de las islas, pero a la vez enciende una alerta en el sector turístico, especialmente en las líneas de crucero matriculadas en el territorio, pues ya no podrán celebrar matrimonios a parejas del mismo sexo.

Cunar, Princess y P&O Cruises, subsidiarias de la empresa de cruceros Carnival que están registradas en las Bermudas, se ven directamente afectadas por la decisión. Sin importar en qué parte del mundo naveguen, al poseer matrícula de las islas no podrán realizar bodas homosexuales, un servicio que empezaron a ofrecer en agosto de 2017.

«Después de haber apoyado encantados el cambio de la ley en las Bermudas en mayo pasado, lo que nos permitió celebrar matrimonios del mismo sexo en nuestros cruceros, estamos decepcionados de esta resolución. Ahora trabajaremos de cerca con las autoridades bermudeñas para comprender la nueva ley y si esto es algo que podremos ofrecer a nuestros huéspedes en el futuro», dijeron las empresas de cruceros en un comunicado de prensa.

Las llamadas de cruceros en las Bermudas aumentaron casi un 5% en 2017. Pero esta decisión no sólo afecta a las líneas de cruceros, sino a todo el espectro turístico de las islas. En 2017, el año en el que se aprobó el matrimonio homosexual, el territorio recibió a casi 700.000 turistas, quienes gastaron más de 350 millones de euros en sus viajes.

La Oficina de Turismo de las Bermudas solicitó a los diputados no pasar la ley que prohíbe el matrimonio homosexual 

El gobierno tenía previsto un mayor crecimiento turístico en 2018, pero las autoridades del sector ahora intentan mitigar al máximo las consecuencias negativas de la ley firmada por Rankin. La oficina de turismo solicitó a los diputados que no pasaran la ley en diciembre, y desde entonces viene mostrando su preocupación por el asunto.

«El matrimonio entre personas del mismo sexo ya es parte de la ley de nuestra isla y retractarnos de eso para pasar a una unión menos equitativa nos causará grandes daños de reputación», lee la carta enviada por la oficina de turismo en diciembre.

«No sólo los viajeros de la comunidad LGTB le dan importancia. Nuestras investigaciones muestran que muchas compañías, consumidores y turistas, especialmente la gran cantidad de visitantes jóvenes que aceleran el crecimiento de las Bermudas, también se interesan por este asunto», concluyó la oficina.

En las redes sociales y en los medios de comunicación ya se recogen testimonios de turistas que han cancelado sus viajes a las Bermudas tras enterarse de la noticia. «Es desafortunado, pero yo hago escuchar mi voz por medio de mi billetera, ya sea en casa o de viaje», dijo una de las personas que canceló su visita a las islas al conocer la nueva legislación.

a.
Ahora en portada