Cómo los cruceros están salvando la población de pingüinos

En una isla de la Patagonia chilena el número de pingüinos está creciendo. Y la causa es la llegada de cruceros de expedición

El Estrecho de Magallanes, en el extremo sur de América, es un laberíntico paso que comunica el Atlántico con el Pacífico, antigua tumba de barcos que ahora es uno de los circuitos más apreciados por los cruceros. Precisamente la llegada de estas embarcaciones a una isla remota está ayudando a la recuperación de la población de pingüinos local.

En estos desolados parajes se encuentra la isla Magdalena, una formación sin habitantes, o mejor dicho, solo habitada por una de las colonias de pingüinos más grandes del sur de Chile.

La mayor población de pingüinos de Chile

En el lugar habitaban unos 59.000 ejemplares, pero en los últimos años descendieron a 43.000 debido a que el cambio climático está disminuyendo la existencia de arbustos donde los pingüinos suelen excavar sus madrigueras.

Los pasajeros de cruceros no preocupan a los pingüinos pero sí a los cormoranes, que se alimentan de sus huevos

No es que los pingüinos mueran, sino que buscan nuevos lugares para formar pareja y anidar, como es la costa del cercano Cabo Vírgenes, en la cara atlántica de la región.
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La llegada de turistas no atemoriza a los pingüinos. Foto: Australis.

Pero inesperadamente la llegada de los cruceros está ayudando a estabilizar e incluso aumentar la población de estas aves acuáticas, reveló el científico Mike Bingham a The Telegraph.

La llegada de los humanos

Los pasajeros que llegan a la isla en cruceros como los de Ventus Australis suelen desembarcar a la isla Magdalena en botes neumáticos. En silencio, circulan por los senderos señalados realizando fotografías y contemplando de cerca de la población de pingüinos de Magallanes.

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Los ejemplares siguen su vida con indiferencia ante la presencia de humanos. Como los senderos se encuentran algo alejados de los nidos los pingüinos no se muestran inquietos ni agresivos.

El miedo del predador

Los que sí temen a los viajeros son los cormoranes y otras aves que suelen alimentarse de los huevos de los pingüinos.

Estas aves acuáticas pasan muchas horas en las frías aguas australes buscando peces, y siempre regresan a sus nidos con su pareja. En muchas ocasiones se encuentran que los huevos fueron picoteados y vaciados por esos predadores.

La prohibición de pesca comercial en el Estrecho de Magallanes ayuda a que la población de pingüinos tenga alimento en abundancia

Pero la llegada de humanos ahuyenta a los enemigos naturales de los pingüinos, que prefieren buscar su alimento en otros parajes.

Además los pingüinos en esta isla gozan de un buen estado de alimentación porque la zona está protegida por el gobierno y la pesca comercial está prohibida, por lo que tienen alimentos en abundancia.

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Los cruceros transitan por los agrestes paisajes del Estrecho de Magallanes. Foto: Ventus Autralis.

Cruceros y misiones científicas

Los cruceros de Ventus Australis se realizan en embarcaciones de 200 pasajeros que parten desde Ushuaia, en Tierra del Fuego, hasta Punta Arenas, el puerto más austral de Chile.

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Los pasajeros reciben clases de un experto en la fauna de estas tierras, que además de explicar las características de los pingüinos recuerda las reglas de visita a la isla Magdalena, que por suerte todos los pasajeros siguen estrictamente.

Además de pingüinos en estos viajes es posible ver petreles, albatros y otras aves marinas que pasan horas planeando con sus alas desplegadas.

En estas embarcaciones suelen viajar científicos y fotógrafos expertos en naturaleza, que aprovechan los cruceros para investigar y retratar a ballenas, lobos marinos y otros ejemplares de la fauna oceánica, así como para estudiar a los glaciares.

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