¿Primera vez en un crucero? Evita subir a estos cinco barcos

Para quien no esté experimentado con un viaje en crucero es mejor evitar algunas embarcaciones que pueden no satisfacer precisamente las expectativas

Como en cualquier viaje, tampoco en los cruceros hay buenos o malos itinerarios, escalas o barcos, sino opciones que pueden satisfacer en mayor o menor medida a cada viajero en función de sus intereses o expectativas. Sin embargo, sí hay algunos trucos para acertar en tu primera vez.

Estrenar un barco

La idea resulta seductora en sí misma: desde el plus en postureo -ser el primero en postear stories en Instagram mostrando todos los rincones- hasta el placer en sí de estrenar un camarote, un restaurante o un nuevo espectáculo, un nuevo barco que comienza a navegar se perfila como el plan perfecto para un primer crucero. ¿Qué puede salir mal?

Si quieres embarcarte en un nuevo crucero, mejor espera un mes para asegurarte de que todos los servicios y atracciones están en funcionamiento 

[Para leer más: Desmontamos ocho mitos sobre los cruceros]

Según los comentarios de apasionados de los cruceros en el portal Cruise Fever, puede que este tipo de viajes inaugurales no estén a la altura de lo esperado.

Los problemas, según las opiniones, pueden ir desde la coordinación de los servicios y empleados a problemas técnicos en el barco, como el funcionamiento del wifi o de los sistemas de reservas de los restaurantes o el spa.

El barco Mardi Gras de Carnival tendrá una montaña rusa con 250 metros de circuito. Foto Carnival Cruise Line.
El barco Mardi Gras tendrá una montaña rusa con 250 metros de circuito. Foto: Carnival Cruise Line.

Según los expertos, la mayoría de barcos nuevos de prácticamente todas las líneas de cruceros requieren de un periodo de ajuste de, al menos, un par de semanas, hasta que el engranaje funciona al 100%.

¿La recomendación? Si quieres estrenar un barco mejor espera tres o cuatro semanas tras el viaje inaugural para lanzarte a probarlo.

Escoger un mega crucero

No tenemos nada en contra de las ciudades flotantes que surcan los mares, capaces de ofrecer diversión para miles de personas, además de contar en su interior desde espectáculos al nivel del Cirque du Soleil a galerías comerciales, pasando por restaurantes con la gastronomía más selecta, y llevar a bordo incluso a cocineros distinguidos con estrella Michelin.

En barcos de 5.000 o 6.000 pasajeros es posible llegar a sentir agobio en las zonas comunes, mientra que la reserva para disfrutar de algunas de las atracciones y restaurantes se hace imprescindible

Sin embargo, puede que nuestro ideal de una navegación relajada no sea compartir espacio con más de 5.000 personas.

Según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés), los barcos se catalogan -en función del tamaño- como megabarcos (más de 1.500 camarotes), grandes (entre 800 y 1.500 habitaciones), medianos (de 300 a 800) y pequeños (hasta 300 plazas).

Entre los primeros se cuentan los gigantes del mar de Royal Caribbean, Carnival o MSC Cruceros, que navegan llevando consigo un inmenso despliegue de atracciones y actividades que incluye desde circuitos de karts a montañas rusas, decenas de restaurantes, tiendas, opciones deportivas y de ocio.

Symphony of the Seas. CDB
El Symphony of the Seas es actualmente el mayor crucero del mundo. Foto: Royal Caribbean.

La parte negativa, claro, y aunque los espacios son gigantescos, es que entre tanta gente se puede llegar a sentir agobio en algunas zonas comunes como las piscinas, mientras que la reserva se hace indispensable para garantizarse el disfrute de algunas de las atracciones y propuestas gastronómicas.

Estos grandes barcos, además, no pueden atracar en todos los puertos ya que sus dimensiones restringen algunos de los movimientos, por lo que si el interés va más hacia la tranquilidad a bordo o bien la exploración de destinos más alejados de los circuitos populares, quizás merezca la pena decantarse por una embarcación de menor tamaño.

Un buque recién salido del astillero

Incluso tras inversiones milmillonarias, las líneas de cruceros necesitan actualizar sus barcos cada pocos años para lograr que sigan siendo atractivos frente a la competencia en un sector que experimenta un boom en cuanto a lanzamiento de novedades y propuestas cada vez más atractivas.

Así, no se trataría en este caso de un barco nuevo sino de uno sometido a una gran reforma por parte de la naviera, una opción interesante por cuanto, en su paso por los astilleros, el barco habrá renovado desde las cabinas a las zonas comunes, habrá incorporado restaurantes, piscinas y comodidades varias.

Normalmente los cruceros temáticos no reservan el 100% de las plazas disponibles, por lo que podemos encontrarnos navegando entre cientos de personas con intereses afines… y que no son los nuestros

Sin embargo, y al igual que con un crucero nuevo, puede que las primeras navegaciones no sean la opción ideal.

Tal y como explican los expertos de Cruise Fever, en ocasiones las reparaciones no se completan en el dique seco, sino que se ultiman ya en navegación, lo que puede ocasionar algunas molestias por la presencia de los trabajadores o que, simplemente, las novedades no estén aún terminadas.

Optar por un crucero temático

En alta mar existen cruceros para todo tipo de aficiones e intereses; desde los buques de expedición que proponen adentrarse en conocimientos sobre comunidades locales o fauna y flora, a los que tienen en el heavy metal su principal fuerte, pasando a los cruceros para aficionados a los superhéroes, al zumba, a la lucha libre o al golf.

7000 Tons of Metal, el crucero heavy más grande del mundo, navegará en un barco de Royal Caribbean.
7000 Tons of Metal, el crucero heavy más grande del mundo, navegará en un barco de Royal Caribbean.

Por lo general, estos cruceros temáticos no exigen que todos los pasajeros se sumen a estas propuestas, por lo que podemos encontrarnos navegando entre un grupo de 500 o 1.000 personas con una motivación común… que no sea la nuestra.

Así, aunque nadie puede obligarnos a participar de su programa, muchos de los espacios comunes se reservan para el desarrollo de estas actividades, zonas que pueden quedar prohibidas para el resto de pasajeros.

Hay cruceros para familias, para adultos, para relajarse y para ligar; no fijarse en estos detalles puede arruinar una escapada en alta mar

Si en nuestro barco, además, hay un concierto de heavy metal cada noche y no es una música que precisamente nos motive podemos llegar a sentirnos incómodos con la banda sonora del viaje.

[Para leer más: El tamaño sí importa; estos son los 10 cruceros más grandes del mundo]

Cruceros ‘de fiesta’

Si lo que buscamos es una escapada relajante en alta mar es importante evitar ciertos cruceros cuya motivación es exactamente la contraria.

Es el caso de los cruceros que se ofrecen por el Caribe y las Bahamas entre marzo y abril, por ejemplo, muy enfocados a minivacaciones con un potente ambiente fiestero, o a las propuestas dirigidas a viajeros singles que se organizan justamente para conocer a otras personas.

Otras líneas de cruceros reservan a los adultos algunas áreas concretas de los barcos mientras que, por otro lado, otras compañías ensayan los cruceros nudistas. Y, aunque precisamente en la variedad está el gusto, no fijarse en estos detalles a la hora de reservar puede arruinar cualquier escapada.

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