Dreamliner: la última crisis de Boeing apunta a su programa estrella

En medio de la crisis del B737, una investigación revela problemas con la fabricación del 787 Dreamliner en la factoría de Carolina del Sur de la compañía

En medio de una grave crisis desatada tras los accidentes fatales de dos aeronaves de su modelo B737 que obligó a paralizar la actividad de todos los aviones de este modelo, Boeing enfrenta ahora problemas relacionados con la seguridad en la producción de una de las fábricas de uno de los programas más exitosos de su historia: el 787 Dreamliner.

Según una investigación del New York Times, la compañía estadounidense descuidó los procesos de producción y supervisión en su planta de Charleston (Carolina del Sur), una de las dos que fabrica el 787 Dreamliner, poniendo en peligro la seguridad de sus aviones.

Según una investigación del New York Times, la producción del 787 Dreamliner se vio asolada por una «producción de escasa calidad y una débil supervisión que amenazó con comprometer su seguridad»

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Así, “en la última década, su fábrica, donde se hace el modelo 787 Dreamliner, se ha visto asolada por una producción de escasa calidad y una débil supervisión que han amenazado con comprometer su seguridad».

El medio basó su investigación en la revisión de correos internos, documentos corporativos y registros federales, así como entrevistas con decenas de trabajadores actuales y anteriores.

Piezas defectuosas

La investigación concluye que existe una cultura empresarial en Boeing que prima la rapidez de la producción por encima de su calidad, y que el fabricante de aviones presionaba a sus empleados para trabajar velozmente a la vez que ignoraba algunos de las preocupaciones planteadas.

Aunque este modelo de avión nunca ha tenido un accidente grave, el artículo revela que se llegaron a instalar piezas defectuosas, mientras que “herramientas y virutas metálicas han quedado dentro de las aeronaves de forma habitual, muchas veces cerca de sistemas eléctricos”

Aunque este modelo de avión nunca ha tenido un accidente grave, el artículo revela que se llegaron a instalar piezas defectuosas, mientras que “herramientas y virutas metálicas han quedado dentro de las aeronaves de forma habitual, muchas veces cerca de sistemas eléctricos”.

Un técnico de la planta de Charleston, Joseph Clayton, dijo que encontraba de forma rutinaria escombros cerca del cableado que se encuentra debajo de las cabinas de los pilotos.

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Un exempleado del departamento de calidad, John Barnett, dijo haber encontrado en repetidas ocasiones pequeñas acumulaciones de virutas metálicas cerca de los cables de los mandos de control de los aparatos, que solicitó que fueran retiradas.

El artículo revela cerca de una docena de quejas presentadas a organismos reguladores estadounidenses por parte de trabajadores de Boeing por problemas como manufacturación defectuosa, escombros en los aviones o presiones recibidas para no informar sobre violaciones de las normativas

Además, un portavoz de la Administración Federal de Aviación (FAA) de los EEUU, Lynn Lunsford, afirmó que su agencia había inspeccionado varios aviones en los que supuestamente se habían eliminado estos desperdicios, pero que seguían estando ahí, y apuntó que este tipo de fallos pueden llevar a cortocircuitos y posteriores incendios.

Presiones de Boeing

En total, el artículo revela cerca de una docena de quejas presentadas a organismos reguladores estadounidenses por parte de trabajadores de Boeing por cuestiones de seguridad en las que se describen problemas como manufacturación defectuosa, escombros en los aviones o presiones recibidas para no informar sobre violaciones de las normativas.

Los trabajadores denunciaron, además, haber sido objeto de represalias tras indicar fallos en los procesos de fabricación

Los trabajadores denunciaron, además, haber sido objeto de represalias tras indicar fallos en los procesos de fabricación. En el caso de Barnett, le trasladaron a otra zona de la planta de producción en respuesta a sus quejas.

“Imagen sesgada”

Consultado por Bloomberg, uno de los responsables de la planta de Boeing en Carolina del Sur, Brad Zaback, rechazó las acusaciones y señaló que sus procesos de fabricación son correctos y se ajustan a los estándares de calidad.

Boeing calificó la información del New York Times de «distorsionada» y señaló que «repite viejas historias y rumores que hace mucho se han puesto en tela de juicio»

A su juicio, el informe “pinta una imagen sesgada e inexacta del programa y de nuestro equipo aquí en Boeing” y cargó contra un artículo que “presenta información distorsionada, repitiendo viejas historias y rumores que hace mucho se han puesto en tela de juicio”.

En 2014, Qatar Airways se negó a recibir los B787 Dreamliner fabricados en esta factoría al quejarse de que los trabajadores dañaban los exteriores de los aviones y exigió que sus aeronaves se fabricasen en la planta que la compañía tiene en Everett (Washington).

Preguntado por el New York Times, Qatar señaló que «sigue siendo un partidario a largo plazo de Boeing y tiene plena confianza en todos sus aviones e instalaciones de fabricación».

También el responsable de la división de aviones comerciales de Boeing, Kevin McAllister, defendió la producción de Carolina del Sur y dijo que se ajustaban a los más altos niveles de calidad. “Estoy orgulloso del compromiso excepcional de nuestros equipos con la calidad y de apoyar el trabajo que realizan todos los días”, añadió.

Crisis del 737 MAX

La investigación del periódico se hace pública un mes después del accidente de un avión Ethiopian Airlines 737 Max el 10 de marzo y cinco meses después de que otro Boeing 737 Max se estrellara en Indonesia, lo que ha generado una de las peores crisis de la historia del fabricante estadounidense.

Actualmente Boeing ultima su corrección de software que se relaciona con los dos accidentes fatales de 737 MAX, que deberá ser revisada por los reguladores de los EEUU. Las pruebas de la FAA podrían extenderse más allá de junio.

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