EasyJet ve en Baleares y Canarias sus motores en España

La aerolínea deja en la nevera el aeropuerto de Barajas y reforzará las rutas más turísticas. La low cost se consolida como la quinta aerolínea por volumen de pasajeros con un incremento del 2% respecto al año pasado gracias al tirón de las islas

EasyJet ha marcado perfil bajo en los últimos dos años en España. La aerolínea low cost, la quinta que más pasajeros mueve en el mercado español, ha abogado por una política de discreción pero mucho trabajo para superar el bache que supuso cerrar su base de Madrid en 2012. Su director en España, Javier Gándara, asegura que acabarán el año con un incremento de pasajeros del 2% y situarse entre los 12,3 millones.

Gándara explica que los planes de la compañía pasan ahora por reforzar su más reciente apuesta: islas Baleares e islas Canarias. EasyJet ha crecido un 6% durante los meses de verano. «Los motores de este aumento han sido los vuelos de turistas a las islas», explica el directivo, quien asegura que para la temporada que viene se reforzarán las rutas de los archipiélagos con más frecuencias y nuevos destinos.

Madrid no es la prioridad

El volumen de pasajeros se ha mantenido estable e incluso al alza en algunos aeropuertos. Todos menos Madrid. La aerolínea no está interesada en recuperar el espacio que dejó cuando tuvo que cerrar su base en la capital española por el incremento de tasas.

A nivel europeo, la compañía presentará sus resultados en la próxima semana. Easyjet presentará beneficios récord por encima de los 700 millones de euros. Transporta a 64 millones de pasajeros por todo el viejo continente.

A la espera de la privatización

Gándara repasa también la actualidad aeronáutica española. «Esperamos que la privatización de Aena ayude a mejorar el diálogo con la aerolíneas. Nosotros trabajamos con todo tipo de operadores, públicos y privados. Lo importante es que entiendan que los aeropuertos no generan demanda, las compañías sí», explica.

En este sentido, aplaude al operador por el cambio de política de tasas que se fijó el año pasado y que permite que las aerolíneas trabajen con unos márgenes definidos. «El límite de inversión de Aena, que se fija en 450 millones de euros también ayuda. Se ha acabado construir pistas inútiles en aeropuertos y otras veleidades», apunta. La estabilidad, según dice, es la mejor noticia.

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