El alemán que fracasó con el Eurofighter controlará el motor aeronáutico español

El consejero delegado de Airbus Defense & Space supervisará los programas españoles; la responsabilidad recaía antes sobre el presidente de Airbus España, cesado hace tres semanas tras el fracaso del A400M.

Airbus ha desplazado a su filial española del núcleo de decisión que atañe a los programas militares C295 y A400M. Los recelos que despierta el desarrollo técnico de ambos proyectos aeronáuticos costaron el puesto al antiguo presidente, Domingo Ureña.

Esta misma semana se ha decidido, como continuación al relevo en la cúpula, el trasladado de la responsable técnica de ambos aviones, Pilar Albiac, a Alemania. Allí reportará directamente al consejero delegado de Airbus Defense & Space, Bernhard Gerwert.

Toma de control

Desde Munich, sede de la división militar de Airbus, también se tomarán las riendas de la comercialización y postventa de los aparatos –un carguero y un cisterna—. Gerwert fue el responsable de la entrada en servicio del caza Eurofighter, con sonoras críticas del sector.

El nuevo organigrama rompe con las competencias tradicionales del presidente de Airbus España. En sustitución de Ureña, se nombró hace 15 días al ingeniero y piloto de pruebas Fernando Alonso. La semana pasada reconoció desconocer al detalle la evolución del A400M.

Campaña mediática en Alemania

La prensa alemana ha jaleado la decisión. Aunque el avión apenas acumula tres meses de retraso, debido, precisamente, a las trabas de los proveedores germanos, la campaña mediática en contra de Airbus España ha sido intensa. El Gobierno español, por otro lado, no ha movido ficha.

La situación se produce a pesar de los pactos que dieron lugar a la creación de Airbus Defense & Space. En 2013, Airbus Military, paraguas que agrupaba los intereses del constructor en España, perdió el estatus de filial independiente. Sucedió lo mismo con Astrium y la alemana Cassidian.

Golpe de mano alemán

Las tres compañías dieron lugar a Airbus Defense & Space. El núcleo de decisión lo retuvo Cassidian –constructora del Eurofighter y de aviones espía— a pesar de que Gerwert no alcanzó los objetivos comerciales para ambos programas.

El avión de combate apenas ha logrado pedidos en los países ajenos al consorcio europeo. La solución que se dio a la situación fue salomónica. Airbus Defense & Space tendría la sede en Munich, pero toda la capacidad industrial en España.

De este modo, se daba continuidad al acuerdo que la SEPI y EADS –accionistas de Airbus— firmaron en 2009 para blindar la actividad de las plantas españolas. El pacto pende ahora de un hilo: Gerwert cuenta con el apoyo cerrado del presidente de Airbus, el también alemán Tom Enders.

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