El Concorde, en versión mini, planea en el horizonte

Los aviones de la compañía americana Boom Technology serán capaces de alcanzar los 2.335 kilómetros por hora, unos 160 km/h más que el famoso Concorde. El prototipo que se está construyendo en Colorado (EEUU) podría realizar su primer vuelo de prueba a finales de 2017.

Desde hace décadas, los fabricantes aeronáuticos vienen intentando desarrollar aviones supersónicos sin éxito. Ahora parece que la idea no es tan descabellada. Para finales de 2017, la compañía estadounidense Boom Technology, financiada por Virgin Galactic, espera lanzar a los cielos una nave que superará en 2,2 veces la velocidad del sonido.

Inversión multimillonaria

Según un comunicado de Boom Technology,  su alianza con Virgin Galactic, filial de Virgin Group, es vital para llevar a cabo el proyecto. El acuerdo, valorado en 2.000 millones de dólares, contempla la compra de 10 de estos aviones por parte de la compañía de Richard Branson, que se completarán con otros 15 aviones adquiridos por una compañía europea aún no desvelada. En total, las inversiones llegarían a los 5.000 millones de dólares.

Desde sus inicios, el negocio de los aviones supersónicos no ha llegado a buen puerto. El Concorde de Airbus fue, sin duda, el más exitoso, ya que operó durante 27 años antes de retirarse definitivamente de los cielos. A pesar de un accidente en 2000 y del aumento de sus costes de mantenimiento, el que uno de sus billetes costara 20.000 dólares fue lo que realmente impidió su consolidación.

Con precios de clase ‘business’

Por este motivo, el fundador de Boom Technology, Blake Scholl, tiene muy claro que «los precios asequibles se encuentran entre las prioridades de la compañía. Estamos construyendo un avión supersónico en el que mucha gente pueda permitirse el lujo de volar. El Concorde no desapareció por un fallo técnico, sino por un fracaso económico».

Sin embargo, sus primeras estimaciones de precio siguen siendo altas. Por ejemplo, un billete desde el aeropuerto JFK de Nueva York al de Heathrow en Londres costaría unos 5.000 dólares; y uno de San Francisco a Tokio, alrededor de 6.500 dólares. «Nuestra idea es manejarnos con un precio de clase ‘business'», matiza Scholl.

Para 40 pasajeros

Por otra parte, los aviones de Boom Technology viajarán 2,6 veces más rápidos que los aviones de pasajeros actuales y sólo tendrán capacidad para 40 pasajeros. Para Scholl, «la porción de mercado que podrían ocupar sería de unas 500 rutas, incluyendo un viaje de 5 horas desde San Francisco a Tokio y de 6 horas desde Los Ãngeles a Sídney. Volarán a 18.000 metros de altura –por lo que los pasajeros podrán admirar la curvatura de la Tierra- y se construirán con materiales compuestos por fibra de carbono en vez de aluminio».

Desde Boom Technology también aseguran estar trabajando para tener el primer prototipo ensayando en el aire a finales de 2017. Además de Virgin Group, su lista de inversores incluye, entre otros, a Sam Altman de Y Combinator y a Eight Partners. Además, Mark Kelly, hermano del astronauta Scott Kelly, se encuentra en la junta de asesores de la compañía, junto a un equipo en el que también están expertos de la NASA e ingenieros de Boeing.

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