El fiasco de mercancías, tras la fusión de Renfe y ADIF

La liberalización del sector apenas da resultados y la deuda conjunta sube a 19.000 millones

La ministra de Fomento, Ana Pastor (PP), estudia desbaratar el actual modelo empresarial que gestiona los ferrocarriles en España. El Gobierno quiere fusionar Renfe y ADIF para que constituyan, otra vez, un único grupo con competencia en las infraestructuras y las operaciones.

Esta vuelta a los orígenes tiene una razón: el fiasco en la liberalización del transporte de mercancías. Los escasos resultados están detrás del crecimiento de la abultada deuda. Conjuntamente, ADIF y Renfe deben 19.000 millones.

La cantidad, que equivale a prácticamente dos puntos de PIB español, se ha acumulado en siete años.

Antecedentes

El modelo actual, que parece tener los días contados, se basa en la ley del sector ferroviario que aprobó el Ejecutivo de José Luís Rodríguez Zapatero (PSOE) en 2005.

La otra decisión del gobierno de entonces fue cancelar la deuda histórica de Renfe: 5.459 millones de los 7.300 millones totales. Con esta decisión, Zapatero elevó el déficit del Estado al 1,81% del PIB.

Pastor considera el nuevo esquema con la liberalización del transporte de pasajeros activada. Renfe se divide en cuatro filiales y ADIF deberá dividirse en dos por exigencias contables.

Operación contable

Si las dos compañías vuelven a fusionarse, los 19.000 millones de deuda serán más gobernables al estar sometidos a una única gestión financiera. El riesgo del actual sistema es que esa cantidad acabe transformada en déficit del Estado.

El modelo que considera la ministra de Fomento como alternativa se basa en la gestión de los alemanes Deutsche Bahn, informa Expansión. La todopoderosa ferroviaria ha resistido a las presiones de Bruselas y nunca ha segregado la gestión de la operativa ferroviaria.

El Gobierno habría llegado a la conclusión de que debido a las elevadas inversiones realizadas en AVE y la función estratégica de la red, el sistema ferroviario español no podrá ser rentable, como lo es el aeroportuario, en manos de AENA.

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