El juez del Alvia mortal acusa a Adif de “arriesgar” miles de vidas

El magistrado que investiga el accidente de Angrois del pasado 24 de julio sostiene que la rebaja en la seguridad de la línea se produjo para "aumentar el atractivo comercial"

El juez Luis Aláez, que instruye la causa por el accidente del tren Alvia ocurrido en Angrois el pasado 24 de julio, emitió este viernes un auto en el que critica duramente la actuación de los responsables de Adif. Acusa al administrador ferroviario de “incrementar el riesgo para la vida de miles de personas” al cambiar las condiciones de seguridad de la vía, así como su ancho.

El juez recuerda que fueron los responsables de Adif los que tomaron la “decisión trascendental” de “modificar el proyecto original” de la línea Ourense-Santiago en cuanto al ancho de vía. Esto afectó directamente a las instalaciones de seguridad. Se pasó de la configuración inicial de la explotación con sistema ERTMS –que mantiene un control constante sobre la velocidad del tren– en toda la línea a mantener este sistema “hasta cuatro kilómetros antes del lugar del accidente”, donde pasó a explotarse sólo con sistema ASFA. 

 
Reducir la seguridad sólo ahorró unos minutos de viaje

 

Para Aláez, esta decisión de Adif, “de convertir una indiscutible línea de alta velocidad en una línea asimilada” se consideró “desde los momentos iniciales de la investigación sospechosa de una imprudencia punible”, dado que “conllevó un previsible incremento del riesgo en la circulación”.

«Presumiblemente, la única utilidad que obtuvo la sociedad con aquella decisión ha sido el ahorro de unos minutos de viaje entre Ourense y Santiago, como contrapartida a un importante aumento de riesgo para al vida de los cientos o miles de personas que utilizan la línea cada día», señala Luis Aláez. 

 
Aláez acusa a Adif de buscar sólo fines lucrativos

 

Luis Aláez carga directamente contra Adif, al que acusa de haber realizado esta modificación, y la «rebaja de seguridad» consecuente, amparándose en «motivos comerciales».

Según recoge en el auto, el «regateo de seguridad» de esta decisión se produjo por «motivos comerciales o productivos», derivados tanto de una «insignificante rebaja de los costes de obra y mantenimiento» como de la reducción de «minutos» en el trayecto con el objetivo de aumentar el «atractivo comercial» de la línea y lograr la «seducción o captación de usuarios» con «fines lucrativos».

El magistrado pide ahora a los peritos que le adelanten una primera valoración sobre este hecho, y llama a declarar como testigos al jefe de maquinistas que un año y medio antes del siniestro alertó del riesgo existente en la curva de Angrois.

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