El puerto de Barcelona insiste en el modelo de turismo masivo 

El puerto de Barcelona crecerá en 2015 hasta los 2,5 millones de cruceristas. Lo hará a costa de reducir el número de embarcaciones que recibe pero que serán de mayor capacidad. El turismo masivo que tanto inquieta a Ada Colau.

No sabemos qué le parecerá a la nueva alcaldesa Ada Colau. El puerto de Barcelona ha visto como en los cuatro primeros meses del año el número de pasajeros ha crecido un 0,32% aunque hayan llegado un 9,76% menos de cruceros. A la espera de la temporada alta, los responsables asumen que la tendencia ya les va bien: «Menos cruceros y más cruceristas, así podemos darles un trato más personalizado».

La autoridad portuaria sigue el modelo que parece imponerse en el mercado. Los buques son cada vez más grandes y los turistas desembarcan en manada en la ciudad condal. Con esta fórmula, Barcelona estima llegar a los 2,5 millones de cruceristas tras caer un 9% el año pasado.

Los motivos de la caída

Las embarcaciones reservan su estancia en el muelle catalán con dos años de antelación, por lo que la actividad del 2014 fue planificada en 2012. «La previsiones entonces no eran la mejores», analizan, por lo que muchos cruceros optaron por el sudeste asiático frente al Mar Mediterráneo.

Por el momento, para este 2015, el puerto de Barcelona cuenta con el Allure of the Seas, el barco más grande del mundo, con capacidad para 6.318 pasajeros. El buque realizará hasta 22 cruceros hasta octubre y se prevé que traiga a la ciudad hasta 158.000 personas.

En el primer cuatrimestre, tras el puerto de Las Palmas

Por motivos estacionales, el puerto de Las Palmas lidera la clasificación de los más concurridos por los cruceristas en los primeros cuatro meses del año. «Estamos muy satisfechos, pero ahora a nosotros se nos acaba la temporada alta», asume Luis Ibarra, presidente de la asociación portuaria. «Intentamos posicionar las Islas Canarias como destino de invierno, y lo estamos logrando», prosigue.

En los próximos meses, la situación dará un vuelco y mientras en el archipiélago la situación sea de tranquilidad, el muelle barcelonés vivirá su periodo de máxima actividad. En 2014, la diferencia entre ambos recintos fue de 1,3 millones de cruceristas.

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