El SEPLA desconcierta a los pilotos de Iberia

La unidad sectorial del colectivo se agrieta ante el laudo de Tudela, que es de aplicación inmediata

Los pilotos de Iberia se reunirán el 3 de abril en asamblea para decidir si se unen al acuerdo de mediación planteado por el catedrático Gregorio Tudela, firmado por el 93% de los sindicatos representantes de la plantilla y la dirección de la compañía el pasado 13 de marzo. A 10 días del encuentro, la unidad sectorial del colectivo cuelga de un hilo, según ha podido saber 02B.

El sindicato del sector, el SEPLA, asegura que si no existe ningún cambio respecto al acuerdo planteado “no lo aceptarán”. Pero ya existen voces disonantes respecto a este discurso en el seno del colectivo. Precisamente, por la propia naturaleza del laudo de Tudela. A pesar de que no tenga la firma de los pilotos, las condiciones pactadas con la gran mayoría de los colectivos laborales de Iberia son de aplicación inmediata.

Dudas de la gestión de la crisis

Al conocer la cruda realidad de la reestructuración laboral en la aerolínea, el colectivo de pilotos ha dirigido preguntas de forma intensa, ha contrastado información y ha clarificado dudas ante la directiva del SEPLA.

La información oficial que se ha difundido del acuerdo choca con las declaraciones en prensa de la cúpula del sindicato de pilotos. Ya se ha puesto en duda su gestión del conflicto y lo que ello les puede comportar, la pérdida de derechos adquiridos históricos.

El laudo implica que perderán el 14% del poder adquisitivo (el mismo recorte de los tripulantes de cabina, frente al 7% del personal de tierra) y el despido de 258 trabajadores. Además, en el caso de los pilotos las indemnizaciones son inferiores al resto de los empleados de la empresa, de 15,7 días por año trabajado frente a los 35 días que perciben otros colectivos, y el ERE será obligatorio para los pilotos mayores de 60 años, según han denunciado los profesionales.

Viabilidad de la compañía

Este colectivo está en el punto de mira de este conflicto. Incluso el propio Gobierno reconoce que su negativa defrauda el espíritu original de preservar la viabilidad de la compañía. Los pilotos han sido acusados de insolidarios por los respaldos y ayudas que han recibido hasta la fecha.

Estas críticas no se limitan al Ejecutivo español, también se dan dentro de la compañía. Los trabajadores temen que su actitud provoque que la plana mayor de International Airlines Group (IAG), la matriz de Iberia, cambie de decisión y no acepte el laudo de Tudela. Lo que abriría de nuevo el conflicto laboral en la compañía y deja un escenario complicado. Pocos creen que se pueda llegar a un nuevo acuerdo que satisfaga a todos los trabajadores de Iberia.

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