El SEPLA intenta un ‘lavado de cara’ ante la opinión pública

El sindicato firma con una asociación de consumidores un sorpresivo compromiso de velar por la seguridad aérea

Los pilotos dejaron 35 días los aviones de Air Europa en el hangar para la campaña de Navidad 2011-2012. Dos meses después, volvían a sembrar la incertidumbre en Madrid-Barajas durante semanas paralizando Iberia por su negativa al nacimiento de Express. Hoy por hoy, no entierran el hacha de guerra y mantienen vivo el fantasma de las huelgas en la compañía de bandera española.

Pero este historial reciente, que desde la perspectiva del usuario afecta a la calidad del servicio, no impide que su sindicato firme con una asociación de consumidores un sorprendente convenio que lleva a garantizar cuestiones que las leyes y las normativas del sector ya regulan. Así, gracias a ese pacto anunciado ayer, el acuerdo ofrece que “cuando un pasajero coja un avión, tenga la seguridad de que no habrá ningún tipo de percance”, según el vicepresidente del SEPLA, Javier Gómez.

El sindicato corporativo de pilotos propuso este pacto tras los incidentes protagonizados por Ryanair en agosto pasado, de los “que no se ha vuelto a saber nada más”. Lo presentan como un paso más para mejorar la seguridad aérea. Lo desvinculan de las reivindicaciones laborales. Pero, paradójicamente, elude otras cuestiones que afectan a los consumidores como las políticas de las aerolíneas sobre equipajes, precios o ergonomía.

Defensa de derechos

El presidente de la asociación de consumidores Facua, Paco Sánchez, ha agradecido la «sensibilidad» de los pilotos. «Independientemente –ha agregado– de los criterios que defienda cada uno en su momento». Ha explicado también que el protocolo reportará un «mayor grado de información» y una mayor defensa de los derechos de trabajadores y usuarios ante su «disminución dada la política europea».

En rueda de prensa en Madrid, Gómez calificó el acuerdo de «hito» al ser el primero pactado entre los colectivos. Espera que el protocolo sea «una puerta para que entren otras muchas organizaciones» y sirva para que los ciudadanos «conozcan sus derechos» y «no se dejen influenciar por la guerra de precios», sino que primen la seguridad y la calidad del servicio.

En la práctica, las primeras medidas puestas negro sobre blanco están vinculadas a las reivindicaciones laborales de los pilotos.

Más poder para el comandante

El SEPLA ha logrado un aliado para sus tesis. Ambas organizaciones promoverán un cambio en la ley de seguridad aérea para favorecer la independencia del comandante del avión en la toma de decisiones sobre seguridad. Además, quieren que los periodos de descanso atiendan a criterios científicos y dictámenes respecto a la fatiga, y no a «intereses de los representantes del trabajo», detalló el secretario de SEPLA, José María Íscar.

El portavoz de Facua, Rubén Sánchez, advirtió de que la nueva normativa FTL (flight time limitations) europea en trámite «puede ir en contra de pilotos y usuarios» al «aumentar el riesgo de accidentes» por la fatiga derivada del exceso de horas de trabajo, y todo debido a «la búsqueda de aumentar los beneficios».

Ni rastro de los consumidores

Sánchez admite a 02B que el convenio no incluye ninguna iniciativa para contrarrestar las quejas más frecuentes de los pasajeros. Por ejemplo: los pagos sorpresa por imprimir billete, los cargos por maletas adicionales o la salud del pasajero, que en muchas aerolíneas viaja encajado entre asientos.

“Sí existe la voluntad de trabajar para que los pilotos respalden las reivindicaciones de los consumidores que no tengan relación con sus condiciones laborales”, explica Sánchez. El portavoz recalca que el paso dado este miércoles es importante y redundará en los pasajeros, aunque sin concretar en qué términos exactos.

a.
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