El yate más grande del mundo, fondeado en el puerto de Barcelona

Uno de los cuatro yates del millonario ruso Roman Abramovich lleva atracado varios meses en la nueva área de los talleres náuticos MB'92

Eclipse es el nombre de este megayate que viajó a Barcelona para someterse a una revisión en los talleres de MB’92 antes de verano y, a día de hoy, aún están trabajando en la puesta a punto de esta imponente máquina naval. Entre otras millonarias posesiones, el magnate, posee cuatro megayates y es uno de los exclusivos clientes de la empresa.

El empresario judío, cuyos dividendos provienen principalmente del petróleo, es además el dueño del Chelsea, uno de los grandes del fútbol inglés. La fortuna del archimillonario se calcula en 13.400 millones de dólares con los que compite en el ranking de los 15 hombres más ricos del mundo.

Marina Barcelona 92

Cada año pasan por los talleres de MB’92 más de una docena de superyates y megayates, la gran mayoría pertenecientes a jeques árabes y millonarios americanos y rusos.

La empresa dedica sus servicios a la reparación, mantenimiento y refit de grandes yates. Se trata de un servicio único ubicado en el puerto de Barcelona, lugar estratégico y de paso para este tipo de embarcaciones en la ruta que une el Mediterráneo y el Caribe.

Es uno de los mayores astilleros del Mediterráneo que alberga unas instalaciones pioneras donde trata de cumplir con su principal objetivo: ofrecer el mejor servicio de calidad a sus exclusivos clientes.

El ‘Eclipse’

Eclipse fue construido por Blohm Voss en Hamburgo, la centenaria constructora de barcos alemana, y diseñado por Hermidas Atabeyki. Pese a su colosal envergadura, la embarcación puede llegar a superar los 25 nudos por hora.

Todo lujo es poco para este portento marítimo de 147 metros de largo y 22 de ancho, que lo convierten en el yate más grande del mundo, valorado aproximadamente en 800 millones de euros. Consta de nueve plantas en las que puede albergar hasta 62 invitados y 50 miembros de la tripulación con seis suites y cinco vip suites. La suite principal cobija a su anfitrión entre 500 metros cuadrados del más irreverente de los lujos.

El vasto espacio del Eclipse hace que sus invitados puedan disfrutar de dos helipuertos, dos piscinas, una discoteca, un spa, un cine, varios jacuzzis y 20 jetskis entre otros.

La seguridad que el oligarca ruso ha provisto para Eclipse es máxima: un minisubmarino que puede sumergirse hasta 50 metros de profundidad, un sistema de detención de misiles, blindaje en todo su casco, cristales a prueba de bala, una sala de vigilancia con circuito cerrado de televisión, sensores de movimiento y es el único del mundo con radar antimisiles.

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