Estados Unidos y Cuba restablecen los vuelos comerciales

El acuerdo esquiva, todavía, las actividades turísticas pero significa un paso más a la hora de restaurar las relaciones diplomáticas entre ambos países. Sin embargo, algunos operadores ya han encontrado el resquicio para colar viajeros a la isla.

El deshielo completo ya es casi una realidad. Barack Obama y Raúl Castro, Estados Unidos y Cuba, han alcanzado un acuerdo para reanudar los vuelos comerciales entre los dos países. La firma se ha revelado en el primer aniversario desde que Washington y La Habana restauraran sus relaciones diplomáticas. Sin embargo, el Departamento de Estado norteamericano ha matizado que los viajes turísticos continuarán vetados de acuerdo a las leyes en vigor.

La medida sí que permitirá operar vuelos chárter y el establecimiento de rutas programadas. Según Washington «facilitará un incremento de los viajes autorizados, aumentará las opciones de los viajeros y promoverá los lazos interpersonales entre ambos estados».

El turismo, todavía una ‘línea roja’

Pese a las facilidades, el turismo se mantiene como una línea roja. Todavía está fuera de las categorías contempladas por la legislación estadounidense para autorizar los viajes. En la lista sí que figuran, por ejemplo, los desplazamientos de funcionarios del gobierno, de organizaciones no gubernamentales, de medios de comunicación o para proyectos médicos y educativos.

Pero «aunque la ley de Estados Unidos sigue prohibiendo los viajes a Cuba para actividades turísticas», advierten las autoridades, «una aviación civil más estrecha facilitará el crecimiento de los viajes entre ambos países». «Una componente clave de la política del presidente Obama hacia Cuba», han rematado. 

Sin embargo, algunas agencias ya han encontrado el resquicio legar para colar turistas a la isla. El truco, obligar a firmar una declaración jurada a los viajeros asegurando que participan en un intercambio o en un tour educativo. Es la estrategia utilizada, por ejemplo, por Discover Cops, un operador establecido en San Diego (California). 

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