El AVE a La Meca no termina de arrancar

El tren de alta velocidad en Arabia, construido por un consorcio de empresas españolas, no comenzará a operar en la fecha prevista

El AVE entre La Meca y Medina no entrará en circulación el 15 de marzo, anunció el consorcio de empresas españolas que ha construido y explotará este tren de alta velocidad.

Esta es la segunda vez que las constructoras tienen que postergar la puesta en marcha del servicio, que en un principio se había fijado para finales de 2017.

Las empresas comunicaron al gobierno saudí que es “imposible” explotar este servicio en los próximos días, y descartaron que puedan sufrir sanciones.

Demoras y más demoras

El motivo de la demora del ‘AVE del desierto’ reside en las demoras de diversas partes del proyecto que no corresponden a las empresas españolas.

Por ejemplo, tres de las cinco estaciones de la línea, que se encargan de construir empresas locales, aún no están listas. Por otra parte, un consorcio de empresas chinas acumuló retrasos en edificar las plataformas de la línea y entregarlas al consorcio español para instalar las vías y el resto de equipos. Esto llevó a una demora en la instalación de los sistemas de telecomunicaciones y señalización en un tramo del corredor.

El consorcio de empresas españolas se despegó de los retrasos, que adjudicó a otras sociedades vinculadas al proyecto

Las empresas españolas están en un período de negociación permanente con Arabia para determinar la nueva fecha de inicio de explotación, que en todo caso se espera tenga lugar dentro de este año.

Viajes de demostración

Mientras en los pasillos se buscan alternativas en el calendario, en el desierto se siguen realizando viajes de demostración, que comenzaron el 31 de diciembre. Son trayectos que el tren realiza sin viajeros, a los que se invita a determinadas personalidades y colectivos para mostrar su operatividad.

Un contrato millonario

El contrato, conseguido en 2011 por 6.300 millones de euros, ha consistido en la colocación de las vías de la línea, de 450 kilómetros de longitud, y de toda su ‘superestructura’, esto es, todos los sistemas asociados (electrificación, seguridad y telecomunicaciones, entre otros), además de su explotación que correrá a cargo de Renfe.

El consorcio encargado de este macroproyecto está integrado, además de por esta operadora ferroviaria pública, Adif e Ineco, por las empresas privadas OHL, Cobra (ACS), Indra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia e Inabensa. Talgo completa el grupo como suministrador de los trenes, un total de 35 trenes AVE, además de uno especial para la familia real árabe, con capacidad para 400 personas.

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