¿Por qué el creador de Juego de Tronos compró un tren abandonado?

George R. R. Martin es el nuevo dueño de un histórico ferrocarril en Nuevo México clausurado hace años

Más conocido como escritor y guionista -no hace falta poner adjetivos a su serie de novelas Canción de hielo y fuego adaptadas como Juego de tronos para la televisión-, George R. R. Martin cambia de tercio para entrar en el negocio ferroviario. Y no de cualquier manera: ha comprado un tren histórico.

Según explicó en su blog personal, y casi como un juego, Martin adquirió, junto a dos amigos y socios, Bill Banowsky, de Violet Crown Cinema, y ​​Catherine Oppenheimer, filántropa vinculada a la Escuela de las Artes de Nuevo México, el Ferrocarril del Sur de Santa Fé. Los tres son vecinos y están muy implicados en el resurgir del vecindario Railyard de Santa Fe.

George R. R. Martin es vecino de Santa Fe, donde puso en marcha un cine-teatro y una librería

Desde hace años sin uso, la línea cuenta solo con 18 millas (28,9 km) entre Santa Fe, donde el escritor regenta también un teatro, el Jean Cocteau, y una librería, Beastyle Books) y Lamy, ambos en Nuevo México. “Alguna vez fue un viaje muy divertido, y Bill, Catherine y yo pensamos que podría ser un viaje muy divertido otra vez”.

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Santa Fe Southern Railway

Cuentan que la idea se fraguó en 2019, alrededor de unas jarras de margarita, “como si estuviéramos en una vieja película de Mickey Rooney”, lo describió Martin, que añadió que su verdadera motivación es la de tocar el silbato en la estación.

En cuanto al tren en sí, el ramal entre Santa Fe y Lamy data de finales del siglo XIX y formaba parte de la Ferrovía Atchison, Topeka y Santa Fe, una de las más amplias líneas ferroviarias de los Estados Unidos que se construyó siguiendo el trazado del histórico Camino de Santa Fe y que llegó a contar, en 1941, con 21.000 km de vías, aunque después fue paulatinamente reducida.

Horario en la estacioÌn de Lamy. Foto Getty Images

Horario en la estacioÌn de Lamy. Foto: Getty Images.

En realidad, y pese a su nombre, el tren no llegó a pasar por esta ciudad -su elevación suponía un desafío a la ingeniería de la época-, por lo que se construyó este ramal.

Hoy Lamy sigue siendo una parada de Amtrak en la ruta Chicago-Los Ángeles, pero la conexión con Santa Fe fue abandonada para el servicio de pasajeros.

Pese a su nombre, el Santa Fe Southern Railway nunca pasó por Santa Fe: un ramal lo conectaba con la parada del tren en Lamy

Tras lograr hacerse con la propiedad, de momento el 89% de las acciones de la antigua compañía, pero también la estación, dos locomotoras y diez vagones de tren, sus nuevos dueños diseñan su futuro.

Nuevas experiencias inmersivas

Además de restaurar la comunicación entre Lamy y Santa Fe para pasajeros, mantener el alquiler a Amtrak y recuperar una cervecería artesana (Chili Line Brewery) que ocupaba los viejos espacios dedicados a custodiar equipajes, Martin idea incorporar a la actividad experiencias inmersivas, según Albuquerque Journal.

De hecho, Martin tiene experiencia en este campo, ya que contribuyó a la creación de Meow Wolf, también en Santa Fe, dedicado la producción de festivales de arte y música, vídeos musicales y otras fórmulas de entretenimiento.

Además, el tren podría usarse para construir un escenario tipo Salvaje Oeste o bien usarse como atrezzo para producciones cinematográficas. De hecho, ya apareció en una película: el western de 1969 Butch Cassidy and the Sundance Kid dirigido por George Roy Hill.

George R. R. Martin en una foto de archivo. Foto Nina Prommer | EFE.

George R. R. Martin en una foto de archivo. Foto: Nina Prommer | EFE.

Otras de las ideas que se barajan son plantear un escape room en torno al tren, algo así como “asesinato en el Lamy Express” y organizar excursiones tematizadas como, por ejemplo, Navidad en el Polar Express, en alusión a la película de animación The Polar Express de Robert Zemeckis, pero también utilizarlo para realizar conciertos y otras actividades.

Tendrá que esperar a 2022

Sin embargo, y aun antes de concretar estos planes, la pandemia de COVID-19 ha trastocado sus planes. Si inicialmente pensaban en 2021 como fecha para la vuelta a la vida del viejo tren, ya tendrá que ser 2022. “Se necesitará mucho trabajo, más que dólares, y una buena cantidad de tiempo para que el ferrocarril vuelva a funcionar”, apuntaba el guionista. Pero, tarde o temprano, aseguró, “tendremos la locomotora resoplando de nuevo”.

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