Un tren de lujo para recorrer Sudáfrica lentamente

El Tren Azul que conecta Ciudad del Cabo y Pretoria es ideal para los amantes del ‘slow travel’ y el lujo sobre raíles

Nacido de un sueño, que pretendía unir Ciudad del Cabo con El Cairo ofreciendo una ventana a las profundidades de África, en un viaje que debería atravesar desiertos y sabanas, cadenas montañosas y praderas llenas de vida salvaje, el Tren Azul ofrece uno de los viajes más evocadores del mundo, un magnífico hotel sobre raíles donde entregarnos al hedonismo más puro mientras Sudáfrica se desliza por las ventanillas.

Efectivamente, el Tren Azul nunca llegó a Egipto, pero en sus casi cien años de historia logró seducir desde a reinas como Isabel II a presidentes como Nelson Mandela, pasando por todo tipo de celebridades y, por qué no, viajeros que buscan revivir una época dorada del ferrocarril donde el champagne, los trajes de etiqueta y los mayordomos eran elementos onmipresentes.

Retirado del servicio durante la Segunda Guerra Mundial, restaurado y modernizado por completo en los años setenta y noventa, en 1997 se introdujo un nuevo Tren Azul y su ruta tradicional entre Ciudad del Cabo y Pretoria se extendió hacia el norte hasta las cataratas Victoria

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El Orient Express de África

Retirado del servicio durante la Segunda Guerra Mundial, restaurado y modernizado por completo en los años setenta y noventa, en 1997 se introdujo un nuevo Tren Azul y su ruta tradicional entre Ciudad del Cabo y Pretoria se extendió hacia el norte hasta las cataratas Victoria.

 

Un año más tarde entró en servicio un segundo tren que permite incluir entre sus destinos Hoedspruit, en el extremo occidental del Parque Nacional Kruger, y Port Elizabeth, en el extremo oriental de la Ruta Jardín de Sudáfrica e incluye algunos de los destinos más espectaculares del país, como Matjiesfontein, el Big Hole en Kimberley y el cañón del río Blyde.

Sin renunciar al progreso pero manteniendo la esencia de la tradición, cambiando vapor por diésel, uniendo playa y sabana y, especialmente, ostentando el estilo y el glamour de los viejos convoys, el Tren Azul sigue ejerciendo hoy una atracción fascinante sobre viajeros de todo el mundo

Así, sin renunciar al progreso pero manteniendo la esencia de la tradición, cambiando vapor por diésel, uniendo playa y sabana y, especialmente, ostentando el estilo y el glamour de los viejos convoys, el Tren Azul sigue ejerciendo hoy una atracción fascinante sobre viajeros de todo el mundo.

Blue Train suites
A bordo del tren se divisan impresionantes paisajes africanos. Foto Blue Train.

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Pretoria-Ciudad del Cabo

El primero de los itinerarios de este hotel de cinco estrellas con forma de tren es el que une Pretoria con Ciudad del Cabo, un viaje de 1.600 km y 31 horas aproximadamente de duración con dos noches a bordo.

El primero de los itinerarios de este hotel de cinco estrellas con forma de tren es el que une Pretoria con Ciudad del Cabo, un viaje de 1.600 km y 31 horas con dos noches a bordo

Entre los atractivos que ofrece, hacia el sur, destaca la ciudad de Kimberley, donde explorar el Big Hole y el Museo del Diamante. Hacia el norte, visitaremos la histórica ciudad de Matjiesfontein, donde encontrarnos con edificios de estilo victoriano y farolas originales de Londres del siglo XIX, que acrecientan la sensación de entrar en una época donde el tiempo se ha detenido.

Blue Train club lounge
Desde las suites a los espacios comunes, el tren es un auténtico hotel de lujo sobre raíles. Foto Blue Train.

Pretoria-Parque Nacional Kruger

El Tren Azul viaja también a la provincia de Limpopo, donde se encuentra el Parque Nacional Kruger y hogar de los ‘cinco grandes de África’ como se conoce al quinteto de animales formado por el león, el leopardo, el rinoceronte negro, el elefante y el búfalo.

Este itinerario, con trayectos de ida y vuelta, se extiende a lo largo de 19 horas y solo se realiza en algunos momentos del año, comercializado en forma de paquete y denominado ‘safari ferroviario’.

Todos los viajes incluyen desayunos y comidas (de tres platos) y un exquisito servicio de té, así como cena de gala con código de vestimenta incluido, por supuesto

En ambos casos se incluyen desayunos y todas las comidas (de tres platos) y un exquisito servicio de té, así como cena de gala con código de vestimenta incluido, por supuesto.

Blue Train luxury suites.
Suites a todo lujo. Foto Blue Train.

Detalles como paneles de madera en los salones, sábanas de lino en las camas, apliques de pan de oro en la decoración o mármol italiano en los baños son solo algunos ejemplos del lujo a bordo.

Además de una gastronomía de lujo, el viaje se enriquece con actuaciones de música en vivo, así como con la conversación con otros pasajeros, con los que compartir el gusto por los viajes lentos recuperando un tiempo y un espacio ya olvidados en esta era de obligada inmediatez.

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