Fomento se cansa de Vueling y abre un expediente

Además, las autoridades de la aerolínea están citadas para dar explicaciones ante la Generalitat de Cataluña

El Ministerio de Fomento ha abierto un expediente a Vueling por los problemas de operación de los últimos días y ha convocado mañana a la dirección de la aerolínea a una reunión de urgencia para exigirle «explicaciones y medidas correctoras inmediatas».

La Agencia Española de Seguridad Aérea (Aesa), que depende de Fomento, ha sido el organismo encargado de abrir el expediente a Vueling «para esclarecer el origen» de las múltiples cancelaciones y retrasos de vuelos la compañía.

Por su parte, Aviación Civil ha citado este lunes en la sede de Fomento al presidente de Vueling, Javier Sánchez-Prieto, «para escuchar sus explicaciones y sus planes para regularizar la situación».

No es la única reunión pendiente: el lunes, por la tarde, las autoridades de la aerolínea tienen una cita con los consejeros Jordi Baiget (Empresa y Conocimiento) y Josep Rull (Territorio y Sostenibilidad). En el encuentro, adelantó el gobierno catalán, se exigirá a Vueling «un cambio de actitud tanto en cuanto a la solución de los problemas que están afectando a su operativa como a las deficiencias graves que se están dando en la atención a los usuarios afectados».

Aunque hay menos gente que el sábado, hasta pasado el mediodía Vueling había anulado 19 vuelos de los que tenía programados en distintos aeropuertos. El sábado, también fueron 19 los trayectos cancelados que debían salir o aterrizar en El Prat.

Caos e incomodidades para los pasajeros

Muchos pasajeros han dormido en la Terminal 1 del aeropuerto, a la espera de que sus vuelos pudieran salir. A este repentino ‘campamento de refugiados aeronáuticos’, como ha calificado un pasajero con ironía, se suma el volumen de viajeros que inundan los mostradores y pasillos: para este domingo, en El Prat están contempladas 1.039 operaciones entre llegadas y salidas, un volumen muy superior al del viernes, y el mayor registrado en este aeropuerto para el inicio de las vacaciones de julio.

El caos desborda a los empleados que no saben qué responder a los pasajeros que reclaman por soluciones. Además, las tripulaciones acumulan excesos de horas y no llegan a tiempo a descansar entre vuelo y vuelo (cuyos tiempos de escala se reducen al mínimo), y la falta de información lleva a que algunos pasajeros exaltados la emprendan a gritos y amenazas, al punto que en los mostradores hubo que redoblar el personal de seguridad.

Los sindicatos niegan que los problemas se deban a una huelga encubierta, y responsabilizan los desórdenes operativos a “a una nefasta gestión y previsión por parte de la anterior directiva”. En un comunicado, el Sindicato de Tripulantes Auxiliares de Vuelo de Líneas Aéreas (STAVLA) dijeron que los empleados de la línea aérea, como los pasajeros, son «una víctima más de la mala praxis empresarial».

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