Iberia decidirá en junio si mantiene el Puente Aéreo

El futuro de la ruta entre Madrid y Barcelona dependerá del traslado voluntario de 80 empleados a la Ciudad Condal; el presidente de la aerolínea confía en la paz laboral para mantener los trayectos en la propia Iberia.

Iberia ha puesto fecha a la continuidad del Puente Aéreo. El próximo junio se conocerá, según fuentes sindicales, si la compañía mantendrá el servicio histórico o bien si lo derivará a su franquiciada Air Nostrum y su socia Vueling. El presidente de la firma, Luis Gallego, confía en que la paz laboral dará continuidad al mítico trayecto entre Madrid y Barcelona. La decisión final depende de que 80 empleados acepten trasladarse voluntariamente a la Ciudad Condal.

Si la propuesta recibe las adhesiones necesarias, se dará luz verde a la apertura de una base en Barcelona-El Prat. Ello implica la reducción notable de costes. Iberia ahorraría pagar dietas, alojamiento y extras a las tripulaciones que hacen noche en Cataluña para atender los primeros y los últimos vuelos del día. El control de estas contingencias, así como ajustes menores en la operativa, permitirían la supervivencia del Puente Aéreo tal y como se conoce hasta hoy.

Primer paso

El primer paso se dio días atrás. Los sindicatos han activado una encuesta en la plantilla para captar voluntarios, informa El Confidencial. Se necesitan 15 tripulaciones completas. Al contrario de lo que ha sucedido hasta ahora, el sindicato de pilotos SEPLA parece respaldar la idea. Desde el cambio de cúpula en Iberia, los comandantes son un aliado más de Gallego (algo impensable en época de Antonio Vázquez). Cabe recordar que firmaron un convenio histórico que hizo caer en cascada los del resto de colectivos.

Si el plan de Gallego fracasa, la alternativa es entregar el servicio por tramos horarios a Vueling y Air Nostrum. De cara a la opinión pública, Iberia daría un paso atrás que en términos de imagen provocarían un mayor impacto reputacional que la salida de La Habana (ciudad a la que volverá a partir de junio) en 2012. Al contrario de lo que sucedió en Cuba, el gesto de abandonar Barcelona se produciría en un contexto económico favorable. La compañía española recupera las constantes vitales después de seis años consecutivos en pérdidas –desde 2008—. El ejercicio pasado se cerró con ganancias de 50 millones de euros.

Oportunidad para el negocio

El enlace entre Madrid y Barcelona opera desde hace más de cuatro décadas y hasta la apertura del AVE entre ambas ciudades se consideró un servicio que vertebró la economía española. Hoy, la situación aún da oportunidades para el negocio. El AVE copó de golpe el 65% del mercado, pero se le resiste el 35% restante, que el tren lleva meses sin morder. El volumen, con la reducción de costes, podría dar pie a una operativa rentable.

Por ahora, Iberia pierde dinero y sólo mantiene la presencia para impulsar la conectividad de los vuelos de largo radio que despegan desde Madrid. Si no hay pacto con los trabajadores, en El Prat las nuevas colas rojas de sus aviones sólo se verían para atender estos vuelos de enlace.

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