La demanda ‘insatisfecha’ hacia Asia crece en El Prat

Los pasajeros desde Barcelona aumentan un 12% en el primer semestre pese a las pocas conexiones directas

Asia es una oportunidad para el Aeropuerto del Prat. La demanda de vuelos –tanto directos como indirectos– desde Barcelona hacia ese continente creció un 12% en el primer semestre del año. El número de pasajeros se incrementó desde los 304.994 hasta los 342.000 en 12 meses.

El aumento sorprende dadas las escasas conexiones directas que el aeródromo catalán tiene con Asia: Doha (Qatar Airways), Singapur (Singapore Airlines) y Dubái (Emirates). Es más, durante los primeros seis meses de 2012, el vuelo hacia la capital de los Emiratos Árabes Unidos aún no estaba operativo. «A finales de año es muy posible que el incremento sea aún mayor”. El servicio de Emirates “está funcionando a toda máquina», explican fuentes del sector.

Las conexiones entre Barcelona, Doha y Dubái –que están desplazando a los grandes hub europeos (París, Frankfurt y Londres) para volar a Asia– también proporciona la conectividad a países más lejanos como Japón o India. Emirates, por ejemplo, estima que el 80% de los pasajeros que vuelan desde España hacia su centro de conexiones lo hacen por los destinos asiáticos más orientales y de Oceanía.

Japón

Mientras que el crecimiento hacia la India es de un 12%, el caso nipón es aún más llamativo: en el primer semestre de 2012, la demanda ha aumentado el 37,4% respecto al mismo periodo del año anterior. En total, se ha evolucionado de los 56.524 pasajeros hasta los 77.650.

En concreto, 44.420 personas volaron desde Barcelona con destino final en el Aeropuerto de Narita —hub de Japan Airlines–, lo que representa un crecimiento del 22,5% respecto al primer semestre de 2011. Por su parte, los pasajeros hacia Kansai desde El Prat pasaron de los 13.633 hasta los 20.912, es decir el 53% más.

Negociaciones

Las cifras no han pasado desapercibidas para el Aeropuerto del Prat. El Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas de Barcelona (CDRA) realizó una gira a principios de junio por Japón y Corea del Sur para reunirse con las principales aerolíneas y aeropuertos del área.

Sin embargo, los responsables de la instalación barcelonesa son conscientes que lograr la ruta directa hacia Japón o Corea del Sur es complicado. “Desde que se ata el vuelo y despega el avión pueden pasar dos años y más con compañías orientales, que revisan constantemente la operativa”, explican las mismas fuentes.

a.
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