«La llegada de Amazon impulsaría el aeropuerto de El Prat»

«Los paquetes son mudos, no se quejan, lo que importa es que lleguen a su destino a tiempo. Por dónde vayan y cómo vayan ni le importa ni le molesta a nadie». Eduardo Cerezo, director de la división de carga, trabaja para que el mayor número de bultos posible pase por el aeropuerto de El Prat. En 2015 movió 117,2 millones de kilos de mercancías, un 14% más que el año anterior. «Esperábamos crecer a doble dígito, pero la cifra final ha superado nuestras expectativas», celebra.

Mientras la instalación se obsesiona con añadir rutas intercontinentales a la oferta, sólo el 17% de los pasajeros viajan fuera de Europa. En la carga, los deberes están hechos. La potencia exportadora catalana es un motivo para que el porcentaje se eleve al 55% en las mercancías. El otro, más obvio: «El avión es competitivo en la larga distancia», advierte el directivo. «Para llevar algo a París es mucho más rentable hacerlo en camión».

La previsión para el futuro

Cerezo es claro: «Barcelona siempre será mucho más potente en el transporte de pasajeros que de material». Actualmente en el puesto número 26 del mundo, es prácticamente imposible equipararse a los grandes centros de distribución como Frankfurt, Londres y Ámsterdam. «No competimos con ellos, nosotros sólo somos un punto más dentro de la oferta con una gran ventaja: La ubicación de Cataluña«, desgrana.

El crecimiento llegará de la mano de los turistas. «Nuestro modelo de negocio es el mixto, aprovechar las bodegas de los aviones de pasajeros para cargarlos de mercancías». Tiene pros y contras. A favor, la posibilidad de previsión y la diversificación de los ingresos. Sin embargo, también una menor capacidad debido a las maletas de los viajeros. 

El método es diametralmente opuesto al de, por ejemplo, Zaragoza. La instalación aragonesa está destinado exclusivamente a la carga, con Inditex como principal animador. «No nos solapamos, nos complementamos», alega. En 2014, el aérodromo maño registró mayores cifras durante un par de meses. Desde entonces, El Prat ha retomado la segunda posición -sólo por detrás de Barajas-. 

La llegada de Amazon

El futuro se espera que llegue con el empuje de Amazon, que se prepara para abrir un enorme centro logístico para atender a clientes España y el sur de Europa en un terreno colindante al aeropuerto. «Contar con la tecnológica sería un activo muy importante», explica. «Nos daría riqueza y nos ayudaría a crear nuevos puestos de trabajo, sería un buen impulso».

Pese al optimismo, prudencia: «Todavía no sabemos que parte de su operativa va a realizar por tierra, por mar o por aire». «¿Qué tendrá impacto? Pequeño, mediano o grande pero lo tendrá seguro», diagnostica. Sin embargo, «veremos como oscila durante el tiempo», remata.

De la mano de las grandes marcas

Desde la base catalana se exporta, sobre todo, téxtil, perfumería, maquinaria y productos farmacéuticos. Cerezo saca pecho de la certificación para el transporte de productos sanitarios, una actividad impulsada por los Grífols, Almirall, Esteve y compañía. En el otro lado de la balanza, «también importamos téxtil, piezas y componentes, pescado y marisco».

Mientras se erige como una solución de emergencia para Seat -«el avión es necesario cuando hay huelgas o se acaba el stock inesperadamente»-, El Prat es un recurso insustituible para firmas como «Inditex, Mango o Desigual, que cambian de colección cada 15 días y necesitan la ropa casi de inmediato».