Las azafatas de Air France tendrán que usar velo y pantalón en sus vuelos a Irán

Air France, que reabre la línea entre París y Teherán el próximo 17 de abril, remitió hace días una nota en la que obligaba a sus empleadas a cubrirse el pelo cuando aterrizaran en Irán, así como a llevar pantalones y mangas amplias para ocultar el cuerpo desde que salieran del avión y hasta que llegaran al hotel. La compañía acaba ahora de negociar con los sindicatos que las azafatas puedan negarse a volar a ese destino.

La dirección señalaba igualmente en su nota que, en caso de no querer volar a ese destino -están programados tres vuelos semanales París-Teherán gracias al levantamiento de las sanciones a Irán tras el acuerdo nuclear-, las azafatas se exponían a una sanción con efectos en su salario y en su expediente profesional.

Reacciones de los sindicatos

El sindicato UNAC manifestó su inquietud sobre esta cuestión a la ministra de los Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, y afirmó que ésta quería conocer en detalle las restricciones particulares que se imponían a la tripulación femenina. En un comunicado, el sindicato estaba convencido de que, una vez informada, la ministra contactaría rápidamente con la dirección de recursos humanos de Air France para sugerir una solución de sentido común que respetara la sensibilidad de todas las empleadas.

Por su parte, Air France expresó su sorpresa por este conflicto, argumentando que «la obligación del velo no es una novedad. La respetan todas las compañías aéreas, existe en otros destinos como Arabia Saudí, y se aplicaba en Irán antes de que en 2008 se suspendiera la conexión con Teherán por las sanciones internacionales». Además, ha hecho notar que «la tolerancia y el respeto por las culturas y costumbres de los países en los que está presente forma parte de los valores fundamentales de la compañía».

Negativa de las azafatas

Christophe Pillet, representante del Sindicato Nacional de Tripulación Comercial (SNPNC), declaró también hace unos días que esta consigna había soliviantado a las azafatas, que exigían que el velo no fuera una imposición sino algo voluntario. «En ningún caso cuestionamos la ley iraní, pero sí que las azafatas puedan rechazar volar a Teherán sin temer consecuencias laborales; es decir, que sea voluntario formar parte de la tripulación de esos vuelos. El debate no es sobre el hecho de que las mujeres tengan que llevar velo en la calle a título individual, sino como uniforme de trabajo«.

Así las cosas, Air France ha tenido que echar marcha atrás y confirmar que «para conciliar el principio inherente a la profesión de tripulante con el respeto a los valores personales de cada una de las mujeres de Air France, cuando una azafata o una piloto sean asignadas a un vuelo con destino a Teherán, Air France les dará la posibilidad de no volar en dicho vuelo y de hacerlo a otro destino. Cada una deberá indicar con antelación su renuncia a llevar el pañuelo, de acuerdo con un procedimiento que les será indicado».

Polémica entre los políticos

La polémica se ha extendido también a la clase política, que se ha mostrado dividida. El secretario de Estado de Relaciones con el Parlamento, Jean Marie Le Guen, opina que «Air France debe someterse a la ley iraní desde el momento en el que la compañía ha decidido volar allí, pero también debe tener en cuenta la opinión de las azafatas para evitar un conflicto laboral«.

Por su parte, el líder del Partido de Izquierda y eurodiputado, Jean-Luc Mélenchon, ha señalado que «las azafatas no tienen por qué ponerse el velo porque son ciudadanas francesas, ciudadanas libres y pertenecen a un Estado laico. Respetan la ley internacional, pero no se someten a las costumbres raras de tal o cual sitio». A su vez, el número dos del Frente Nacional, Florian Philippot, ha tuiteado que «Air France no será nunca Air Burka: ¡apoyo a las azafatas!».

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