Las carreteras alemanas, una lacra para el país

El país descuida la inversión en infraestructuras por tierra. McKinsey&Co ha estimado que el Ejecutivo germano debería invertir 50.000 millones para asegurar el buen funcionamiento en el futuro

Las carreteras españolas no son las únicas que provocan verdaderos quebraderos de cabeza a sus respectivos gobiernos. El motor económico de Europa, Alemania, también sufre con sus infraestructuras por tierra. Se ha invertido poco o casi nada en los últimos años por la crisis y necesitan una urgente puesta a punto. Pero la actual coalición presidida de la canciller Angela Merkel, la misma que hace bandera de la austeridad y el control de déficit, no está dispuesto a invertir para mejorarlas.

 

 
McKinsey&Co ha estimado que el Ejecutivo germano debería invertir 50.000 millones

 

El problema no reside únicamente en las carreteras, también afecta a las infraestructuras ferroviarias, canales prioritarios para las exportaciones alemanas. La consultora McKinsey&Co ha estimado que el Ejecutivo germano debería invertir 50.000 millones para asegurar el buen funcionamiento de las estructuras con la mirada puesta en los próximos años.

Pero en un horizonte más cercano, si Alemania quiere contar con unas carreteras y transporte ferroviario a la altura de su peso económico, debería desembolsar cerca de 7.000 millones, según el informe de una comisión federal del país. Pese a todo, el recién estrenado gobierno pretende reducirla a una quinta parte, según el Washington Post.

Una de las principales lacras del país está en la Alemania del oeste, donde, a pesar de concentrar gran parte de la actividad industrial y de la población –más de 81 millones de habitantes–, es a su vez, el área geográfica donde menos se ha invertido y donde más se han descuidado las infraestructuras. Por contrapartida, la Alemania oriental ha salido mejor parada. El desequilibro se arrastra desde la unificación del país en 1990.

 

 
El desequilibro se arrastra desde la unificación del país en 1990

 

El conflicto no es menor, ya que las exportaciones del país germano son una de sus grades bazas económicas y, por lo tanto, necesita de unas estructuras terrestres a la altura. La Asociación de la Industria Alemana y de las Cámaras de Comercio (DIHK, por sus siglas en alemán), espera para 2014 un récord de exportaciones, que se sitúan en el 42% del PIB.

Los expertos sostienen que para mantener el statu quo será necesario, como mínimo, duplicar el gasto actual. En los próximos 10 años, el país seguirá creciendo mientras las infraestructuras se podrían mantener como hasta ahora, según el ministro responsable del transporte en el estado de Schleswig-Holstein.

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