Las tasas de AENA fulminan el ‘low cost’

Los impuestos igualan los precios entre aerolíneas de bajo coste y tradicionales

¿Repercutir la subida de las tasas aéreas de AENA al cliente, o asumir el gasto? Éste ha sido el último debate al que se han enfrentado las aerolíneas que operan en España. Después de tres semanas pensando qué hacer, desde el pasado 1 de julio, las principales compañías han tomado una decisión.

Por lo general, las low cost repercutirán la subida al cliente, mientras que las tradicionales asumirán el alza en los billetes ya vendidos.

Con esta hoja de ruta, el panorama de los precios se aproxima. Los clientes que hayan comprado vuelos en líneas de bajo coste pagarán casi lo mismo que si hubiesen decidido hacerlo con aerolíneas convencionales, tras afrontar el incremento.

Los recargos son muy variables según los aeropuertos y destinos, pero para vuelos nacionales y a la Unión Europea oscilan en una media de entre siete y 10 euros.

Algunas excepciones

En este escenario, las únicas excepciones son Airberlin y easyJet, que aún siendo low cost, ha tomado la postura contraria a sus compañeras de bando: Vueling, Volotea y Ryanair.

La aerolínea de Carolyn McCall no aplicará la medida de forma retroactiva. “No habrá ningún cargo para los clientes», asegura la inglesa. Pero amenaza con abandonar Madrid, donde el incremento de las tasas supone el doble. Prevé dejar de basar tripulación y aviones en Barajas a partir del invierno, por otros aeropuertos que ofrezcan mayor rentabilidad, explica.

Airberlin recula

La compañía alemana ha dado marcha atrás. El director de Airberlin para España y Portugal, Álvaro Middelmann, anunció a los cuatro vientos –incluso antes de que la medida se implantara–, que si el Gobierno subía los gravámenes aeroportuarios, su compañía se lo haría pagar a los clientes.

Sin embargo, la empresa se lo ha pensado mejor. La germana ha anunciado este miércoles que no cobrará la subida “dada la actual situación económica en España y con el objetivo de favorecer a los usuarios”, esgrime.

Ryanair, Vueling, Volotea

Por su parte, Ryanair fue de las primeras en avisar que trasladaría al viajero el sobrecoste en los billetes emitidos antes del 1 de julio y así lo ha hecho. La compañía irlandesa informa a sus pasajeros mediante una notificación en el correo electrónico que cargará el aumento en la tarjeta en la que se realizó la reserva.

La participada de Iberia, Vueling, y la recién estrenada Volotea comparten –además de sus fundadores Carlos Muñoz y Lázaro Ros– la decisión de cobrar la diferencia al titular del billete y en compensación dan un bono de 10 euros. Éste se aplicará en la siguiente compra. De esta manera, se garantizan que el usuario vuelva a volar con ellos.

En concreto, Volotea dulcifica a los pasajeros con vuelos previos al repunte de tasas con tres bonos de 10 euros, que no pueden utilizarse de manera conjunta en una reserva. Pero se trata de títulos transferibles a terceras personas, indica.

No trasladan el alza

Las principales aerolíneas de red del sector aeronáutico español, Iberia y sus filiales, Iberia Express y Air Nostrum; Air Europa; Air France- KLM; Grupo Lufthansa (que incluye Swiss y Brussels Airlines) y otras internacionales no aplicarán con retroactividad la subida, para no perjudicar más a sus pasajeros y “desahogarlos”, señalan, asumiendo “cualquier coste adicional”.

La medida del Ejecutivo supone un incremento medio cercano al 19%, en los aeropuertos, aunque en Madrid y Barcelona supera el 50%. Se aplicarán a todos los billetes, a pesar de que los vuelos sean posteriores a la entrada en vigor de las nuevas tarifas.

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