Las torres de control virtuales revolucionan el tráfico aéreo

Los nuevos sistemas de control aéreo virtuales evitarán la congestión de los cielos europeos y mantendrán las operaciones cuando haya conflictos laborales

El tráfico aéreo en Europa aumentará un 50% en la próxima década, pero los centros de control no dan abasto para gestionar el volumen de operaciones que crece cada año. Por ello las tecnologías de control aéreo virtual ganan impulso mientras se avanza a la creación de un cielo común en el continente.

La congestión de las operaciones lastra la puntualidad en grandes aeropuertos como Barcelona-El Prat, Paris-Charles de Gaulle o Fráncfort, panorama que se agrava cuando hay huelgas de controladores aéreos, como las que se vivieron en Francia durante el año pasado, y que perjudicó a las compañías aéreas que operan en España.

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Los directivos de las aerolíneas, como los responsables de IAG y Ryanair, suelen reclamar a las autoridades europeas que emprendan acciones para evitar el colapso de los cielos en el continente.

Torres alejadas de las pistas

Y una de las alternativas que impulsa la UE es la puesta en marcha de torres de control aéreo virtuales, alejadas a más de 100 kilómetros de las pistas.

El proyecto de investigación Sesar desarrolla las tecnologías para gestionar el tráfico aéreo en un cielo europeo único, una iniciativa que se espera que esté en un estado avanzado para el 2024.

Las torres de control virtuales pueden gestionar el tráfico a más de 100 kilómetro de las pistas

Un laboratorio de estas iniciativas se encuentra en la sede de Hungarian Control, cerca del aeropuerto de Budapest, con una tecnología similar a la que se usará para el aeropuerto de la Ciudad de Londres, que se encontrará a 130 kilómetros de la capital británica.

La primera, en Suecia

La primera torre operada a distancia del mundo está en el aeropuerto de Örnsköldsvik, Suecia, controlada desde las instalaciones de control de tráfico aéreo de Sundsvall, distante a más de 150 kilómetros, y que funciona desde 2015.

Según explica el asesor de Hungaro Control Csaba Gergely a Euronews en el lugar se digitaliza la observación visual directa del controlador. “a través de las cámaras, podemos seguir mejor los objetivos que debe monitorear el controlador. Las cámaras fijas y móviles pueden rastrear automáticamente los movimientos de los aviones y vehículos terrestres.

Sin fronteras

Actualmente el espacio aéreo está organizado en sectores, dividido por países y regiones. Pero en un futuro cercano, gracias a estas tecnologías, los controladores podrán monitorear el trayecto completo de un avión y los pilotos no se verán limitados por los cambios al cruzar una frontera nacional.

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Con la puesta en marcha de las torres virtuales “todos los controladores pueden funcionar en un gran espacio aéreo común”, precisa Olivia Nunez, miembro del proyecto Sesar.

Solución de problemas urgentes

Esta integración del espacio aéreo puede solucionar dos de los problemas más urgentes de los controladores: el exceso de trabajo y la necesidad de disponer de más profesionales.

Pero por más que haya convocatorias para ampliar las plazas el tiempo de entrenamiento de un controlador es de dos años, y el crecimiento del tráfico en Europa es más rápido que la reposición de los puestos de trabajo.

Ventajas a la vista

Otras ventajas de la llegada de las torres virtuales es que descenderán los costes de la gestión aérea y se reducirán las emisiones de CO2, porque las aeronaves podrán despegar y aterrizar más rápidamente sin necesidad de esperar en pista o volando en círculos cerca de un aeropuerto.

Según puntualiza Gergely, otro punto a favor que las terminales más pequeñas se podrán integrar a la red de aeropuertos europeos. “Todo esto significa más posibilidades de vuelos en términos de movilidad y conectividad para los pasajeros», detalla.

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