Lo nunca visto en España: claudican los pilotos de Iberia

Iberia logra de sus comandantes lo que quería: más trabajo, menos sueldo y compromiso con los beneficios. A cambio, acepta limitar el crecimiento de Iberia Express. Ahora son los empleados de tierra los que separan a la aerolínea de la paz laboral plena. El negocio de handling depende de ese último acuerdo.

Se desconoce si el presidente de Iberia, Luis Gallego, apareció con la mano izquierda escayolada por el pulso que ha sostenido en los últimos meses para alcanzar un acuerdo laboral con los pilotos. El yeso es, si quieren, la metáfora de lo sucedido en la compañía de Barajas.

La empresa ha negociado durante años con sus comandantes, se ha hecho daño, pero nada será irreparable tras una correcta rehabilitación. Ese pulso ha costado mayores lesiones, aunque sea en el orgullo, al colectivo de aviadores.

Tras el pacto anunciado este jueves con todos los honores y desde Londres por International Airlines Group (IAG), Iberia ha logrado de sus pilotos lo que quería: más trabajo, menos sueldo y compromiso con los beneficios. La competitividad mejorará un 65%. A cambio, acepta limitar el crecimiento de Iberia Express.

Nunca antes en España este colectivo profesional había claudicado. Huelga tras huelga han amasado derechos laborales muy alejados de la sociedad a la que transportan y, últimamente, incluso de sus compañeros en la competencia, con exactamente las mismas responsabilidades.

El puñetazo que Juan José Hidalgo dio sobre la mesa de Air Europa fue, quizá, el precedente más próximo.
 

 
Peral asegura que el talente de Gallego ha facilitado un pacto que parecía imposible

 
Con razón, la próxima firma del pacto, a la que falta el refrendo de la asamblea del sindicato Sepla, se ha adjetivado como ‘histórica’. El de los comandantes y oficiales es el segundo gran colectivo que se pone de acuerdo con Gallego. La semana pasada, los tripulantes de cabina ya hicieron lo propio.

¿Qué ha cambiado? “El talante, la llegada de Luis ha permitido al acuerdo”, admite el jefe en Iberia del Sepla, Justo Peral. Ha sido firme pero dialogante, describen varias fuentes consultadas. Y esa actitud permitirá la introducción de cambios permanentes y estructurales en Iberia, que garantizarán la viabilidad de la aerolínea.

Iberia sólo ha revelado que se ha pactado más productividad. Las mejoras contemplan un incremento del 35% de las horas máximas de vuelo de los pilotos, hasta las 850 anuales (la normativa internacional permite 900). Según la compañía, los pilotos en corto y medio radio trabajarán más que los de Ryanair o easyJet.

Hasta el próximo año lo harán por el mismo sueldo que cobran ahora (recortado un 14% en mayo). En 2015, si quieren aumentos, éstos sólo llegarán en el caso de que se gane dinero otra vez. “Es un acuerdo que sienta las bases para que Iberia vuelva a ser importante en España”, ha dicho Peral en la inédita rueda de prensa conjunta con el presidente de la aerolínea.
 

 
Los más allegados a Walsh indican que para firmar con los pilotos debía entregar la cabeza de Vázquez

 
“Luis [Gallego] ha venido con un proyecto para rejuvenecer Iberia en el que cuenta con los pilotos”, ha apuntado el líder sindical. Ese proyecto estipula nuevos aviones, más rutas y una Express menor. La filial de bajo coste asumirá como máximo el 15% de la oferta global y no el 25% que se fijaba en el famoso laudo de Jaime Montalvo.

En su despacho de Heathrow, el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, se felicitaba. Sus más allegados indican que sabía que para pactar con los pilotos debía servir la cabeza de Antonio Vázquez, cuya gestión desde la presidencia de Iberia enquistó posturas irreconciliables. “Este acuerdo marca el comienzo del futuro de Iberia”, dice Walsh.

Ahora son los empleados de tierra los que separan a Iberia del futuro que señala el consejero delegado. Aunque menos expuestos a la lupa de los medios, es el grupo de profesionales que mantiene las mayores diferencias con la dirección. Gallego espera acelerar las negocaciones. De este pacto, pende la continuidad del negocio de handling en los aeropuertos españoles secundarios.

a.
Ahora en portada