Los accionistas de Air Andorra parten peras antes de empezar

El dueño de Pyrenées abandona el proyecto por “discrepancias en el modelo de negocio”. La mitad de la compañía está en venta, aunque el resto de accionistas han decidido recomprar esas acciones por 50.000 euros. Pese al bloqueo accionarial, de que aún se buscan aviones y faltan las licencias, las operaciones empezarán en verano.

Air Andorra no tiene aviones ni licencias. Es un proyecto de los principales empresarios del país pirenaico, que se han discutido antes de empezar. El mayor accionista es el dueño de los grandes almacenes Pyrenées, Patrick Pérez. En la aventura le acompañaban Joaquim Miró, dueño de Tag System, Francesc Xavier Babot y Lluís Alfons Kinder, de Berkeli, y Damià Arqué, otro grande de la distribución –dirige Comercial Arqué—.

Pérez ha puesto en venta sus acciones (50%) por “discrepancias en el modelo de negocio”. Pide 50.000 euros por la mitad de una aerolínea vacía, pero los otros cuatro accionistas han anunciado que recomprarán esa parte.

El caso recuerda a la quebrada Spanair, ya que las divergencias entre accionistas entroncan con un modelo de negocio totalmente opuesto. El factótum de Pyrenées está convencido de que se ganará dinero con la venta de paquetes turísticos completos, que incluyan el billete de avión.
 

 
Air Andorra volará a Barcelona e instalará la base en la Seu d’Urgell

 
Los otros cuatros accionistas, que ahora controlaran la futura compañía, opinan que Andorra precisa una suerte de aerolínea de bandera, que una con vuelos regulares el pequeño país con otras ciudades europeas. El gobierno andorrano, a diferencia del catalán en su día, se mantiene al margen.

Si madura, Air Andorra empezará por Barcelona e instalará la base en el aeropuerto de la Seu d’Urgell (Lleida). La instalación está pendiente de apertura y la gestionará la Generalitat catalana. Air Andorra quiere despegar en verano.

Por ahora busca aviones del tipo ATR 42. Cuando los logre podrá solicitar a aviación civil los permisos de vuelo. El borrador del plan de negocios que plantean los nuevos dueños tras la espantada de Pérez contempla el transporte de 150.000 pasajeros al año. Todos ellos de “clase media y media alta”, informa Expansión.

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