Los cruceros cuentan con el mayor ratio de seguridad de la industria turística

Las normas que pasan las navieras son más estrictas y consistentes que en cualquier otro sector de turismo

El naufragio del buque italiano Costa Concordia, hundido a lo Titanic el pasado viernes, ha vuelto a poner en tela de juicio la seguridad de los viajes en cruceros, a pesar de que la geografía, el tiempo y la tecnología alejan los dos sucesos. La tragedia del otro gigante del mar fue en 1912.

Las compañías de cruceros, que han movido unos 90 millones de pasajeros en las últimas dos décadas, cuentan con el mejor ratio de seguridad de la toda la industria de los viajes. Son el sector que más crece en nuestro país y el que mejor ha sorteado la crisis.

El número de pasajeros que viajan en los cruceros, los barcos existentes y las víctimas que se producen es una cifra muy baja si se compara con otros medios de transporte.

Sin embargo, el hundimiento del Costa Concordia, un suceso puntual que más que con la seguridad del barco, está relacionado con una negligencia del capitán, según apuntan las investigaciones del caso, ha sacado a la luz el ‘lado oscuro’ de los cruceros de lujo, hasta ahora pocas veces cuestionado.

Estrictas normas

Los expertos de cruceros explican a 02B que accidentes como el del Costa Concordia son muy poco comunes. Los protocolos de seguridad de las naves son rigurosos. Las normas en los cruceros son más estrictas que en cualquier otro segmento de la industria turística, por lo que las cruceristas están totalmente volcadas en la protección de los pasajeros y del personal.

Las inspecciones comprueban las puertas herméticas, el equipo contra incendios, los sistemas detectores de humo y fuego, las pantallas de chimeneas, los sistemas de comunicación, los sistemas de alarma, los botes, balsas y chalecos salvavidas, las boyas, las señales de socorro y todo el equipo de navegación. Estos exámenes están acompañados de numerosas instrucciones de botes salvavidas, control de daños y extinción de fuego.

Además, las navieras llevan a cabo un programa de seguridad constante. La instrucción de botes e incendios para la tripulación y de botes para los pasajeros se llevan a cabo todas las semanas. Las puertas herméticas y los sistemas de detección de incendios son verificados a diario, y otros equipos, semanalmente.

‘Sálvese quien pueda’

Una mala maniobra de responsable del lujoso Costa Concordia hizo que éste chocara con unas rocas y encallara cerca de la isla italiana de Giglio. Debido al importante daño sufrido se dio la orden de abandonar el barco y utilizar los botes salvavidas. Los nervios y el miedo hicieron que primara el ‘sálvese quien pueda’ y muchas personas se tiraron al agua presas del pánico.

Sin embargo, desde el primer momento, Costa Cruceros, propietaria del barco, movilizó todos sus recursos en tierra para asistir a sus huéspedes y miembros del buque y prevenir también posibles impactos medioambientales. Aunque lo que no ha podido evitar es que reapareciera el fantasma del Titanic.

Por su parte, la Guardia Costera italiana y las autoridades locales y miembros de la comunidad han recurrido a medidas “extraordinarias” para ayudar en la evacuación de la nave y dar apoyo a todas las personas que viajaban en el crucero. Exactamente, 3.200 pasajeros y 1.000 miembros de la tripulación.

“Grave” negligencia del comandante

Francesco Schettino, comandante del Costa Concordia, ha sido detenido. La fiscalía, según los medios italianos, le acusa de homicidio involuntario múltiple, naufragio y abandono del barco mientras muchos pasajeros aún se encontraban dentro de la nave. Ciro Ambrosi, primer oficial del puente de mando, también está siendo investigado, aseguran los medios italianos.

La maniobra del barco al chocar con piedras ha sido calificada por la fiscalía como “torpe”. De acuerdo a las fuentes de la investigación citadas por medios italianos, el comandante abandonó la embarcación cuando parte de los pasajeros y de la tripulación esperaban a ser evacuados. Schettino, por su lado, lo niega y señala que se quedó hasta el final.

a.
Ahora en portada