Los drones amenazan a los aviones

De momento, no se ha registrado ningún choque entre un dron y un avión, pero los colectivos de pilotos reclaman estudios sobre lo que podría ocurrir en caso de una colisión accidental. La Asociación Británica de Pilotos de Líneas Aéreas ya ha exigido una investigación sobre los efectos de esos posibles impactos en el parabrisas de cabina o en el depósito de combustible.

Según acaba de publicar The Washington Post, durante 2015 fueron avistados 764 drones cerca de aviones de pasajeros. Y hace pocas semanas, un Airbus A320 de Air France, procedente de Barcelona, estuvo a punto de chocar con un dron cuando iba a aterrizar en el aeropuerto Charles de Gaulle en París.

El piloto lo detectó a tiempo y pudo realizar una maniobra para esquivarlo. No era la primera vez que este peligro estaba tan cerca: el año pasado, otro dron pasó a 25 metros de un Boeing 777 en el aeropuerto londinense de Heathrow.

Sistema de detección

Dejando a un lado la intención terrorista, que puede existir, la gente que maneja un dron normalmente quiere hacer lo correcto, aunque también puede equivocarse y provocar un accidente por negligencia.

Por este motivo,  el gobierno de Estados Unidos, en colaboración con AirMap, trabaja para instalar un riguroso sistema de detección de vuelos no tripulados en las proximidades de las pistas de despegue o aterrizaje de los aeropuertos. Hay que tener en cuenta que en EUUU se venden más de 700.000 drones cada año.

En España existe una normativa temporal que determina qué se puede hacer con un dron y en qué zonas. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea regula los drones de hasta 150 kilos y, para los que superen este peso, existe una normativa de la European Aviation Safety Agency.

Normativa en España

Las actividades de investigación, publicidad, grabación de imágenes, vigilancia, operaciones de emergencia, actividades de ocio… están debidamente reguladas. No está permitido sobrevolar zonas urbanas, fiestas, manifestaciones, concentraciones de gente ni lugares habitados, salvo que sean sitios completamente cerrados.

Además, para volar un dron hay que hacerlo en zonas no pobladas y en espacio aéreo no controlado. El aparato siempre debe estar al alcance visual del piloto, a no más de 500 metros de distancia y a una altura máxima de 120 metros.

El piloto de un dron, sea grande o pequeño, tiene que tener una licencia de autorización o demostrar sus conocimientos teóricos y, si el peso del aparato es superior a 25 kilos, necesita un certificado emitido por una organización aprobada para la formación. Asimismo, el aparato debe llevar una placa de identificación.

Seguro obligatorio

Según la normativa española, el seguro de responsabilidad civil para drones es obligatorio y su límite de cobertura depende del peso del aparato. Da igual que el dron sea un juguete, porque la ley de Navegación Aérea (art. 11b) considera aeronave a «cualquier máquina pilotada por control remoto que pueda sustentarse en la atmósfera por reacciones del aire que no sean las reacciones del mismo contra la superficie de la tierra, y como tal debe de ser asegurada».

Para cualquier duda, el gobierno de España ha puesto a disposición de los usuarios una dirección de correo electrónico donde enviar las consultas: drones.aesa@seguridadaerea.es

 

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