Los patinetes eléctricos con pedigrí Tesla llegan a España

Pep Gómez, fundador de Fever, se apoya en un grupo de inversores para competir contra Lime (Google y Uber) con un modelo de negocio distinto

Los fondos de capital riesgo ven el negocio del patinete eléctrico compartido como una posibilidad de ganar dinero de manera muy rápida. A la apuesta de Uber y Google por Lime, máximo exponente de esta filosofía, se contrapone ahora la de una nueva compañía. Se llama Reby, ultima estos días su lanzamiento oficial en España y a través del apoyo financiero de empresarios ligados a TeslaMobike competirá con un modelo de negocio diferenciado.

El proyecto está pilotado por Pep Gómez, fundador de la startup Fever. Gómez se ha rodeado de otros emprendedores, como Kiran Thomas, ex jefe de producto de Privalia, y ha puesto en marcha una modesta flota de patinetes, instalada en Barcelona â€Š— aproximadamente 30— , para aumentarla en las próximas semanas, con la posibilidad de rozar el centenar de unidades.  

Reby, todavía en fase experimental, cuenta con el apoyo de dos grupos destacados de inversores: el primero de ellos está ligado a Tesla y el segundo, con más peso en el accionariado, a Mobike, la startup de origen chino conocida por ser el mayor operador de bicicletas compartidas del mundo. 

La fórmula Reby

El modelo de Reby se diferencia en muchos aspectos al de Lime o la sueca Voi, las primeras compañías que se instalaron en el mercado nacional. El primero es la vida útil de los patinetes, con una durabilidad aproximada seis veces superior (12 meses frente a dos), porque los fabrican íntegramente y no recurren a los modelos de Xiaomi. Es por ello que la compañía también está preparando el lanzamiento de servicio de coche compartido y de motocicletas.

El segundo punto es vital: la relación con la administración. En un momento en el que parece que las empresas de ridesharing están enfrentadas con los ayuntamientos â€Š—Valencia retiró patinetes en septiembre y Madrid esta semana—, Reby adecuará su modelo para poder operar en Barcelona, también muy combativa con estas plataformas. 

Reby prepara un servicio de coche compartido y de motocicletas

Desde la compañía explican que ofrecen al consistorio la información de sus usuarios actualizada en todo momento, al igual que les informa en todo momento sobre cómo deben utilizar el servicio. Su sistema de anclaje, además, impide que puedan dejar los patinetes en medio de las aceras. 

Los patinetes eléctricos con pedigrí Tesla llegan a España.

Fotografías facilitadas por Reby. 

Tampoco utilizan a particulares para recargarlos  — Lime, por ejemplo, ha tenido problemas en Zaragoza por utilizar a los juicers— , sino que son ellos mismos quienes se encargan de hacerlo cada noche, para repartirlos por la ciudad nuevamente a la mañana siguiente.

El modo de uso y su precio sí coincide con el de sus competidores. No utilizan ningún punto establecido para localizarlos, sino que se encuentran vía app. El precio es de 1 euro por desbloquearlos y otros 15 céntimos adicionales por cada minuto de uso.

Un negocio de gigantes cada vez más atomizado

Reby entra a operar en un sector copado por grandes compañías que desde este verano han seguido un camino distinto, intentando replicar el mismo modelo de negocio en diferentes ciudades, independientemente de sus características. Lo han conseguido al apoyarse en rondas de financiación, que les han permitido crecer de manera muy rápida al implantar en tiempo récord un elevado volumen de patinetes en diferentes ciudades.

La más reconocida es Lime, fundada en Florida en 2017 y cuya una valoración es cercana a los 1.100 millones de dólares tras tres rondas de financiación. La compañía, que solo en Madrid ha registrado cerca de 400.000 viajes, cuenta con el músculo financiero de Uber y GV, la división de capital riesgo de Alphabet (Google). 

Otro es el gigante sueco Voi, que también ha crecido exponencialmente tres meses después de empezar a dar servicio en Estocolmo, Madrid, Zaragoza y Málaga. La compañía recientemente cerró una ronda de financiación de 50 millones de euros para expandirse a otros ocho países: Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Francia, Alemania, Italia, Noruega y Portugal. 

En un tercer escalón, con menos presencia, figuran los patinetes alemanes Wind, que al no durar ni 24 horas en Barcelona llegaron a Madrid con total sigilo, sin ni siquiera lanzar un comunicado oficial; la estadounidense Bird, que también opera en Madrid con características similares a Reby, y Koko, que eligió en septiembre a Zaragoza como ciudad para debutar, con 200 patinetes.

Completan la lista los patinetes alemanes Tier, que multan a los usuarios que no aparcan bien con hasta 50 euros, y Eskay, considerados como el modelo low cost al eliminar la comisión de desbloqueo y únicamente cobrar por el tiempo de uso.

a.
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