Los servicios de limpieza de la T1 de BCN preparan recortes sólo cinco meses después de ganar la concesión
Las negociaciones entre ambas partes para lograr un nuevo convenio están congeladas desde abril
La empresa Ingesan Mantres, que pertenece al grupo EFS, ganó la concesión de los servicios de limpieza de la Terminal 1 del Prat en diciembre. Era un concurso a la baja, ya que AENA había rebajado su valor y la oferta de la empresa también. En total, se rebajó un 20% hasta una concesión sobre los 15 millones de euros. La compañía mantuvo a los trabajadores subrogados de las anteriores empresas pero la actual situación económica les está llevando a plantearse tomar medidas.
El resultado de esta situación no es otro que las dos jornadas de huelga que sufre la terminal y que posiblemente se repetirán en junio. La protesta en la T1 se produce una semana después de que los empleados del servicio de limpieza de la T2 secundasen de manera masiva dos jornadas de huelga. La imagen de las terminales eran similares. Papeles troceados por todos lados y las caras estupefactas de los viajeros.
Enroque
La solución al conflicto parece lejos. La empresa indica que las propuestas del comité de empresa suponen una mejora extraordinaria y muy por encima de las condiciones que tiene el resto de los trabajadores del sector, sujetos al convenio colectivo de limpieza de edificios y locales de Cataluña.
“La situación es insostenible. Nosotros no planteamos que se trabaje más pero cobrando menos. Nuestra propuesta va hacia trabajar menos y cobrar menos”, afirma Marcos Gordaliza, director gerente de EFS. En este sentido, el alto cargo asegura que “no hay ningún ERE planeado y sería la última opción que tomaría”.
Recortes de AENA en el horizonte
Por su parte, los sindicatos denuncian que las actuaciones de las empresas concesionarias de los servicios de limpieza -Ingesan Mantres, en la T1; Vareser, en la T2-, se hacen de forma arbitraria porque ya conocían en qué situación se encontraba la gestión de este servicio cuando ganaron el concurso.
En este sentido, tanto UGT como CC.OO, indican que las medidas que la empresa plantea –impagos de festivos, desplazamiento de vacaciones unilateralmente o la no aplicación de les condiciones laborales en nuevas contrataciones, entre otras cosas– obedecen a un intento de curarse en salud de un recorte que AENA podría tener previsto en esta materia de 1,3 millones. Sin embargo, Gordaliza indica que el recorte es inexistente y que todo obedece a rumores provenientes del Ministerio de Fomento.
