Los taxistas valencianos prolongan las protestas

Los trabajadores reclaman a la Generalitat una nueva regulación horaria que no ahogue a los autónomos

La Generalitat no ha cumplido su palabra. Al menos, así lo entienden los taxistas de la ciudad de Valencia que pernoctarán de nuevo este miércoles ante el Palau de la Generalitat. Y esta no será la única reivindicación que tienen programada.

Los trabajadores protestan porque el jueves se cumplen los 15 días que el director de Transportes, Carlos Eleno (PP), les prometío como plazo máximo para instalar urnas y proceder a la elección de la nueva regulación que reclama el sector para las jornadas de trabajo.

Pérdidas

La Asociación de Taxistas de la Comunitat Valenciana (ATCV) asegura que nadie ha movido un dedo para convocar la consulta. «Además de no estar las urnas, ni siquiera tenemos ni una mísera fecha para las elecciones», afirman fuentes de la organización sindical. Estos mismos interlocutores señalan que no se dejará de protestar hasta que no se tengan todas las garantías de que se preguntará a los trabajadores.

Eleno tiene sobre la mesa una reivindicación del sector que ya le es familiar. Los taxistas denuncian que con la norma actual, que es de carácter transitorio, los empleados autónomos sufren pérdidas de hasta 420 euros al mes si se compara con las ganancias del mismo período del año anterior.

Competencia desleal

Los sindicalistas son muy claros respecto a la normativa provisional: «Se roba dinero a los autónomos debido a la altísima competencia desleal proveniente del mismo sector». Es decir, de asalariados «con jornadas de doce horas diarias y siete días a la semana».

Los portavoces de ATCV aseguran que desde octubre la Generalitat era consciente de la problemática que se generaría con la regulación horaria de los taxistas a raíz de una sentencia contraria a la norma vigente hasta el momento «por un defecto de forma». Pero nueve meses después de la resolución judicial, se quejan de que la administración aún no les ha ofrecido ninguna solución. «O no entiende o se desentiende de los problemas del taxi», aseguran.

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