Los tripulantes de cabina de Iberia no apoyan la huelga de los pilotos

El Sepla concretará las fechas de los paros el próximo miércoles

Los tripulantes de cabina (TCP) de Iberia han rechazado sumarse a la huelga anunciada la semana pasada por el sindicato de pilotos (Sepla) de la aerolínea por entender que cada colectivo debe negociar con la empresa por separado sus convenios, según han indicado fuentes sindicales.

El Comité de Vuelo de Iberia, formado por los pilotos y los tripulantes, se reunió esta mañana y tenía encima de la mesa la discusión, y votación, de si se secundaba o no una huelga conjunta en la compañía aérea durante este mes.

Según los sindicatos de los tripulantes de cabina, no se ha producido la votación ya que desde el primer momento ha quedado patente que no se iba a apoyar la propuesta del Sepla.

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Los pilotos de Iberia, en protesta por la creación de la filial de bajo coste Iberia Express, habían anunciado que en diciembre harían huelga, aunque todavía no está convocada ni se han especificado los días en los que se secundaría el paro.

Ahora, tras fracasar en su intento de ser apoyado por los sindicatos de TCP, el Sepla ha anunciado que convocará el miércoles a los medios para concretar la fechas de los paros, que podían caer antes de las fechas de Navidad ya que el anuncio de paro debe hacerse con diez días de antelación.

Además de este conflicto, el Sepla tiene encima de la mesa el proceso de negociación con la dirección de Iberia de su VIII Convenio Colectivo, que se encuentra bloqueado ante el posible parón.

El Comité de Vuelo de Iberia está integrado por 32 miembros, 10 correspondientes a los pilotos y 22 a los tripulantes de cabina, repartidos entre UGT (3), CCOO (2), Sitcpla (5), CTA (5) y Stavla, (7).

Precisamente, representantes del Sindicato Tripulantes Auxiliares de Vuelo en Líneas Aéreas (Stavla) han manifestado su preocupación por el silencio informativo de la compañía Iberia por lo que respecta a informaciones aparecidas sobre la reducción de 40 aviones en la flota. Según sus cálculos, esto llevaría aparejado una merma de 800-900 puesto de trabajo de tripulantes de cabina de pasajeros.

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