Los usuarios alemanes de Uber responden al veto con una avalancha de descargas

Las instalaciones de la app se disparan hasta un 590% en tan sólo 24 horas; la justicia alemana ha prohibido su uso de forma temporal en el conjunto del país

La prohibición de la aplicación Uber en Alemania ha sido la mejor campaña de marketing para la compañía. El martes se conocía el veto judicial y 24 horas después, el número de descargas ha crecido hasta un 590%.

La compañía no ha tardado en sacar pecho de la situación, y ha considerado que «pese a los intentos por limitar las alternativas de transporte a los consumidores de Alemania», las instalaciones han sido tres veces superiores al mismo periodo de la semana pasada.

La avalancha de descargas de los usuarios, quizás por temor a quedarse sin la opción de este medio de transporte alternativo que ha puesto en pie de guerra al sector del taxi, ha dado confianza a la compañía.

«En un solo día hemos experimentado uno de los incrementos más altos de todo el año en descargas de Uber en Alemania. Además, hemos quintuplicado el crecimiento desde el inicio del año. Este tipo de apoyo público simplemente refuerza nuestro compromiso con Alemania», ha valorado la compañía.

Por ciudades, las descargas han crecido un 590% en Hamburgo; un 518% en Dusseldorf; un 329% en Múnich; un 270% en Berlín y un 228% en Frankfurt.

Precisamente, la Audiencia Provincial de Frankfurt ha sido la última en asestar un duro golpe a la compañía estandarte del consumo colaborativo. Ha prohibido su uso en toda Alemania después de que estuviera vetado en algunas ciudades como Berlín y Hamburgo.

La decisión del tribunal de Franfurt da la razón a la cooperativa de taxistas en Alemania que ha demandado a Uber por permitir que conductores sin la licencia de transporte de pasajeros puedan competir con los servicios de taxis. Pero la compañía ha sostenido en su comunicado que no solo recurrirá la prohibición, sino que tienen previsto expandirse a más zonas del país, incluso en zonas rurales donde, aseguran, han registrado «una enorme demanda».

En España, la controversia también está servida. En ciudades como Barcelona, la Guardia Urbana puede multar con hasta 4.000 euros a los usuarios de la aplicación.

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