Lufthansa: «Su actitud era impecable»

La compañía asegura que no había forma de evitar este accidente. "Ni en nuestras peores pesadillas podíamos imaginar algo así", asegura el presidente de la aerolínea

Carsten Spohr, presidente de Lufthansa, lleva 48 horas intentando entender el por qué de la catástrofe aérea que se ha segado la vida de 150 personas. El directivo no esconde su desconcierto. Desde que el vuelo 9525 de Germanwings se estrellase en los alpes franceses ha dado la cara ante los medios de comunicación, compartiendo con prudencia la información que dispone. A Spohr, este jueves, le ha tocado hablar de Andreas Lubitz, el copiloto del avión estrellado y el que por ahora parece principal responsable. «Su actitud era impecable», ha dicho de él.

El golpe para Lufthansa, la mayor aerolínea europea, es duro. «Ni en nuestras peores pesadillas podíamos imaginar algo así», ha señalado en rueda de prensa. La compañía tiene mucho cuidado en la selección de su personal y que tanto el piloto como el copiloto habían pasado todos los exámenes técnicos y médicos. Es más, los comandantes tienen la obligación de informar a sus superiores si detectan un comportamiento anómalo de uno de sus compañeros. Nadie sintió nada.

Spohr tiene la mejor opinión de sus trabajadores y, por eso, si se confirman los indicios que apuntan a un posible asesinato masivo. «Tenemos a los mejores pilotos del mundo», ha aseverado. Y ha remachado: «Son un componente importantísimo de nuestra marca». Lufhtansa siempre ha sacado pecho de sus altos estándares de calidad y seguridad. Ayer mismo, en Barcelona, el propio directivo recordaba que su grupo de aerolíneas jamás había perdido un avión en el aire.

El responsable de Lufthansa, que no ha querido «especular» sobre las motivaciones de Lubitz, ha defendido los protocolos de selección de personal de la compañía matriz y de su filial, Germanwings. Ha dicho estar «orgulloso» de este sistema, que incluye evaluación técnicas, médicas y psicológicas.

Tanto el piloto como su compañero en cabina pasaron las pruebas y, en el caso de este último, comenzó su formación en 2008. Tras una interrupción en la formación por motivos que no ha revelado –no es algo «inusual», ha apuntado–, el copiloto volvió al proceso y avanzó hasta ascender a su actual estatus laboral en el año 2013.

Spohr ha explicado que ahora verán cómo pueden «mejorar» en la fase de selección y en la formación posterior. En sus explicaciones, ha confirmado que Lufthansa realiza exámenes médicos a su personal una vez al año, pero que no obliga a ninguna prueba psicológica una vez concluida la fase de formación.

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