Marina d’Or cierra su aerolínea

El complejo turístico creó, en plena crisis, la división Marina d'Or Airlines que cerró 2010 con 5,6 millones en pérdidas

Los aires de grandeza del resort Marina d’Or le llevaron a adquirir un avión privado poco después de estallar la crisis económica, en 2008. La nueva sociedad creada para gestionar los vuelos chárter de la aeronave, un G200 bimotor con capacidad para ocho pasajeros, se creó bajo el nombre de Marina d’Or Airlines. El negocio se centraba en el alquiler de este avión ejecutivo para vuelos puntuales.

Sin embargo, la división aeronáutica resultaba demasiado costosa y poco rentable. Bajo el amparo de Marina d’Or Airlines trabajaban un piloto, un copiloto, una azafata y un mecánico. Pero las actividades de alquiler del avión, lejos de reportar grandes beneficios, acabaron por hundir la sociedad apenas dos años después de su creación.

Descalabro económico

La empresa participada en un 100% por la matriz del complejo turístico de Oropesa, Marina d’Or Loger, cerró 2009 con una facturación de 3,37 millones de euros y unas reducidas ganancias de 4.800 euros. Los beneficios antes de impuestos (ebitda) ascendían a 2,16 millones de euros pero el endeudamiento a corto y largo plazo suponía para esta pequeña aerolínea más de 15,6 millones de euros.

Tan sólo 12 meses después, las números negros pasaron a rojos. Al cierre de 2010, Marina d’Or Airlines tenía unos ingresos de 1,89 millones y ya arrastraba unas pérdidas de 5,67 millones de euros. Estas cifras se traducen en el 43,9% menos que el ejercicio precedente.

Con los resultados sobre la mesa, el grupo que preside Jesús Ger, decidió vender el costoso avión en 2010 de modo que “la sociedad quedó inactiva y ahora está en proceso de liquidación”, aseguran fuentes internas. Una decisión tardía que ya ha reportado demasiadas pérdidas a un grupo que, además, fue una gran víctima del pelotazo de la construcción.

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