Mas coquetea con los ferrocarriles franceses para desplazar a Renfe

La Generalitat negocia al mismo tiempo con Fomento para desbloquear el contrato de servicios de Cercanías

Todo parecía arreglado. La Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Fomento habían ultimado en el último mes un acuerdo para desbloquear el conflicto de Cercanías después de las tensiones que ambas administraciones habían mantenido en un pasado reciente.

No obstante, el líder del ejecutivo catalán, Artur Mas, parece que ha reavivado viejos temores. Este lunes, en viaje oficial a París, ha abierto la puerta a que Société Nationale des Chemins de Fer Français (SNCF) –la red de ferrocarriles francesa– entre en la gestión de la red ferroviaria tras reunirse con su presidente, Guillaume Pepy. ¿Se trata de una ruptura definitiva o este coqueteo es más bien una presión en las negociaciones con Ana Pastor?

El encuentro

Al término del encuentro, Mas ha asegurado que los franceses “tienen ganas de hacer cosas en Cataluña” cuando se produzca la liberalización del sector ferroviario.

Ambas partes ya se habían reunido en Cataluña con anterioridad, como el propio President ha reconocido. «Pidieron continuar las conversaciones en París, y estamos en este punto de ver si entre Ferrocarrils de la Generalitat y alguien que no sea Renfe existe la posibilidad de hacer algo en el futuro», ha indicado. Los planes aún son inciertos pero fuentes del sector recuerdan que SNCF adquirió el 25% del capital de la filial ferroviaria de Comsa-Emte, Comsa Rail Transport, en abril de este mismo año. Por su parte, interlocutores del grupo descartan esa posibilidad y recuerdan que la sociedad se dedica al transporte de mercancías.

Negociaciones

Durante el primer mandato de Mas, la Generalitat y Fomento utilizaron como arma arrojadiza el contrato de servicios de Renfe. No obstante, la reforma del ejecutivo catalán tras las elecciones del 2012 ha permitido que el nuevo conseller, Santi Vila, haya restablecido el diálogo.

El conflicto se había bloqueado en noviembre del año pasado después de que el anterior conseller, Lluís Recoder, anunciase sanciones a la operadora por retrasos en el pago de infraestructuras. Fomento no tardó en responder. El ministerio recordó a la Generalitat le debía 300 millones de euros por su gestión desde 2010 al frente del operador.

El contrato

El contrato de servicios de Cercanías se enmarca dentro del traspaso de competencias hacia Catalunya que la Administración central aprobó en 2007 con el Estatut. La gestión del servicio ferroviario y sus infraestructuras pasaban a ser cosa de la Generalitat a partir del 2010 aunque Renfe y Adif mantuvieron su titularidad.

La firma del contrato supondría desbloquear varias inversiones atrasadas –la Generalitat calcula que tan sólo se han realizado un 10% de las previstas– a cambio de que las empresas españolas se mantuviesen en el cargo hasta el 2015. La cifra que ha trascendido de las negociaciones apunta a que el Estado podría pagar 1.200 millones de euros de un total de 4.000.

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