Ni vino ni drones: estos son los objetos prohibidos en un crucero

Como sucede en un avión, hay ciertos objetos que están prohibidos a bordo de un crucero. Y algunos son insólitos

Los cruceros siguen enamorando a los españoles; los más de 500.000 cruceristas nacionales están en plena temporada alta de reserva y organización de su próxima escapada en alta mar. Con los pasajes en la mano, toca organizar el equipaje que, aunque escapa a las elevadas restricciones de los aeropuertos, tiene sus propias normas. Estos son los objetos más curiosos que se deben dejar en tierra.

Es cierto que no tener el condicionante del peso o el tamaño de la maleta o de llevar envases para líquidos de menos de 100 ml ya es un alivio. De hecho, navieras como Royal Caribbean o Costa Cruceros permiten llevar a bordo hasta 90 kg aunque otras como Pullmantur recomiendan un máximo de 20 kg si el crucero requiere un viaje previo en avión.

El incienso, las velas y, por supuesto, los líquidos inflamables, explosivos, bengalas y fuegos artificiales están totalmente prohibidos en los cruceros

Independientemente del peso, y una vez seleccionada la ropa, los productos de higiene o los dispositivos de entretenimiento, surgen algunas dudas ¿se puede llevar plancha de ropa? ¿botellas de alcohol? ¿secador de pelo? ¿el perro? Estos son los consejos del buscador de cruceros Aquotic para evitar cualquier problema a bordo.

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Objetos prohibidos en los cruceros

Aunque el camarote sea nuestra extensión del hogar en el mar, pequeños electrodomésticos que usamos en casa como cafeteras, hervidores de agua y hornillos eléctricos están totalmente prohibidos por el peligro de sobrecalentamiento y hasta de incendio que entrañan.

Las suites del crucero de Ritz-Carlton parecen lofts de complejos residenciales de lujo.
Aunque nos guste llevar la ropa perfecta, la mayoría de cruceros no permite embarcar la plancha. En la foto, suite del crucero de Ritz-Carlton.

Sí pueden embarcarse, sin embargo, maquinillas de afeitar, cargadores de móviles, tablets y ordenadores. ¿Y qué pasa con la plancha? Mientras la del pelo, al igual que el secador, sí se acepta, en la mayoría de navieras la de ropa está vetada.  

En esta línea, otros objetos prohibidos –que pueden provocar incendios- son los líquidos inflamables (incluyendo líquido para mecheros), explosivos, bengalas, fuegos artificiales, petardos, velas o incienso.

Ni armas ni drones

Por supuesto, y por cuestiones obvias, no se puede subir a un barco con armas, munición, cuchillos, navajas, puños americanos, tijeras grandes, arcos y flechas, o material de defensa personal como esposas, spray de pimienta o taser (electrocutadores portátiles).

Si uno es un amante de los drones, mejor dejarlos en casa, ya que su uso a bordo también está vetado.

Sin embargo, y aunque no tan evidente, conviene saber que tampoco se pueden llevar réplicas, aunque sean inofensivas. Objetos como cuchillas de afeitar o pequeñas tijeras, en cambio, sí están permitidos.

Además, sustancias químicas peligrosas, incluyendo lejía y pintura, también están prohibidas, así como instrumentos musicales. Si uno es un amante de los drones, mejor dejarlos en casa, ya que su uso a bordo también está vetado.

Los cruceros de Blue World tendrán una piscina adosada para nadar en agua de mar y realizar deportes náuticos.
Aunque hay cruceros que fomentan el deporte, no podemos llevar determinados materiales. En la foto, el priimer crucero wellness de Blue World Voyages.

Deportistas a bordo

Los barcos más modernos ofertan innumerables opciones de ocio y deporte y, por supuesto, se puede llevar materiales para el gimnasio, zapatillas para correr, raquetas para el paddel o balones de baloncesto. Entre los objetos que no pasarán los controles están los bates de béisbol o cricket, palos de hockey, skateboards y tablas de surf, pesas, espadas de esgrima o material de entrenamiento para artes marciales.

Entre los materiales deportivos que no pasarán los controles están los bates de béisbol o cricket, palos de hockey, skateboards y tablas de surf, pesas y espadas de esgrima 

Como curiosidad, y aunque a ciencia cierta no es ningún deporte, la mayoría de cruceros no aceptan tampoco las zapatillas con ruedecitas que utilizan los niños.

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En cuanto al golf, también están prohibidos los palos, salvo algunos cruceros temáticos de golf en los que en sus programas especifican que el cliente debe llevar su propio equipo. Las bicicletas por lo general tampoco se pueden embarcar, si bien varias navieras disponen de ellas para realizar excursiones.

Materiales de submarinismo en un crucero.
No se pueden embarcar bombonas de oxígeno pero sí cuchillos de buceo.

Dos curiosidades más, especialmente para los amantes del submarinismo: no se pueden llevar las bombonas de oxígeno pero sí cuchillos de buceo, aunque deben declararse en el momento del embarque y quedarán custodiados por el personal de la naviera mientras no se usen en tierra en una excursión de buceo.

Las mascotas no son bienvenidas

Prácticamente todas las compañías prohíben la entrada a mascotas, con la excepción de los perros guía, aunque se debe avisar a la compañía con al menos 60 días de antelación y aportar toda la documentación de la persona invidente y del animal, (carnet, cartilla veterinaria en regla, vacunaciones obligatorias según destino, microchip, etc.).

Para quienes no puedan viajar bajo ningún concepto sin su mascota, la compañía Cunard dispone en su buque insignia, el Queen Mary 2, del ‘maestro perrero’, que cuida a las mascotas, las pasea, las alimenta y juega con ellas. Los dueños pueden visitarlas, aunque no llevarlas en sus camarotes.

Para quienes no puedan viajar bajo ningún concepto sin su mascota, la compañía Cunard dispone en su buque insignia, el Queen Mary 2, de un servicio específico, el ‘maestro perrero’, que cuida a las mascotas, las pasea, las alimenta y juega con ellas

En el momento del embarque recibirán un paquete de bienvenida que incluye un chaleco con el logo del Queen Mary 2, un disco volador para jugar, una etiqueta con su nombre, una buena comida, una foto retrato homenaje a sus propietarios, un certificado acreditativo del viaje por el Atlántico y una tarjeta personalizada del crucero.

Mascotas a bordo del Queen Mary 2.
El Queen Mary 2 tienen un servicio específico que permite embarcar a las mascotas. Cuesta entre 500 y 1.500 euros.

Los precios por perro, eso sí, oscilan entre 500 y 1.000 euros. Para los gatos, se mueven entre 1.000 y 1.500 euros. Algunas célebres mascotas que ya han viajado aquí son los perros de Elizabeth Taylor o el Duque de Windsor.

Alimentos y bebidas prohibidos en un crucero

Solo pueden embarcarse alimentos para bebés, que la mayoría de navieras acepta sin problemas, aunque deben estar envasados al vacío y comprados en farmacias o supermercados. Comidas caseras, aún estando envasadas, serán habitualmente requisadas dado que pueden contener sustancias capaces de provocar una enfermedad a bordo.

Aunque no se permite consumir bebidas alcohólicas adquiridas fuera del barco, se pueden comprar vinos en las escalas que serán «requisados» por el personal del crucero hasta el último día del viaje

Hablando de bebés, tanto las sillitas de paso como las cunas son bienvenidos, si bien en el caso de las segundas se necesita un permiso y debe avisarse con antelación.

Bebidas alcohólicas en los cruceros.
De forma generalizada, no se pueden consumir alimentos o bebidas no adquiridas en el barco.

En el capítulo de bebidas alcohólicas, no hay una normativa común a todas las navieras, por lo que hay que consultar cada regulación específica. De forma general, no se permite consumir bebidas adquiridas fuera del barco, pero las compañías comprenden que los pasajeros quieran comprar vinos o alcoholes típicos en las ciudades que se visitan, por lo que es muy probable que el personal del barco «requise» y almacenen las botellas y se las entreguen a los cruceristas el último día del viaje.

Las drogas y otras sustancias ilegales también están prohibidas.

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