O’Leary miente para tapar los errores de Ryanair

Aena y easyJet desmientem al consejero delegado de la 'low cost'

Michael O’Leary no está dispuesto a aguantar el chaparrón solo. El consejero delegado de Ryanair ha asegurado en una entrevista que hubo más aviones aparte de los tres de la low cost que tuvieron que practicar un aterrizaje de emergencia el 26 de julio. Sin embargo, las acusaciones han tenido una rápida respuesta. AENA niega tal situación y easyJet, una de las compañías señaladas junto a LAN, ha señalado que en ningún caso lanzó un mayday (señal de alerta).

Las declaraciones de O’Leary, recogidas por el diario Independent, indican todos los aparatos realizaron aterrizajes de emergencia en la misma fecha en Valencia a consecuencia de las condiciones climatológicas adversas de Madrid. En este sentido, AENA ha indicado que, pese a que sí que es cierto que las dos naves de easyJet y la de LAN aterrizaron en Valencia, ninguno de los tres aparatos registro incidencia alguna. «Los aviones de Ryanair tuvieron problemas», han señalado fuentes del gestor aeroportuario. El Ministerio de Fomento deberá investigar a fondo para descubrir lo que realmente ocurrió.

Sin incidencias

Por su parte, easyJet ha emitido un comunicado para aclarar que «no realizó aterrizajes de emergencia el pasado 26 de julio en Madrid Barajas ni tampoco en Valencia». En este sentido, la aerolínea ha indicado que, como consecuencia de las condiciones climatológicas adversas, «10 vuelos fueron redireccionados desde Madrid al aeropuerto de Valencia, y dos de esos vuelos eran de easyJet».

La aerolínea destaca que «mientras que Ryanair declaró tres mayday, easyJet siguió el procedimiento habitual en estas situaciones y aterrizó de forma segura y con total normalidad en Valencia. En el caso de easyJet, ésos no fueron aterrizajes de emergencia».

El aterrizaje

Los hechos ocurrieron el pasado 26 de julio cuando tres aviones de Ryanair tuvieron que ser autorizados a efectuar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Manises (Valencia), al que fueron desviados desde Barajas, tras lanzar un aviso por falta de combustible.

En la ciudad levantina tuvieron que permanecer en cola en vuelo, a la espera de recibir permiso para aterrizar, algo que se adelantó a raíz de la llamada de emergencia emitida por los comandantes de Ryanair, que alertaron de que no disponían de combustible suficiente y consiguieron prioridad para aterrizar.

Plan de eficiencia

Uno de los puntos claves de lo sucedido es la política de consumo de carburante que practica Ryanair. El combustible que deben cargar los pilotos de la aerolínea irlandesa está estipulado en un plan de eficiencia presupuestaria de la compañía. Así, se obliga a los pilotos a repostar la cantidad «mínima necesaria» para cumplir su plan de vuelo, y cualquier exceso debe ser justificado por escrito.

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