Los patinetes eléctricos compartidos aterrizan en España

Lime ofrecerá patinetes eléctricos de alquiler en Madrid y luego proyectan expandirse a otras ciudades del país

Los patinetes eléctricos se suman a las alternativas de movilidad sostenible que adoptan las grandes ciudades de Europa, que en algunas urbes se utilizan diez veces más que las bicicletas. No contaminan, no hacen ruido, y permiten desplazamientos de hasta 50 kilómetros (aunque por lo general se usa un promedio de media hora).

En Madrid comenzó a funcionar el servicio de Lime, la primera empresa que ofrece estos pequeños vehículos de dos ruedas para ser alquilados por minutos.

Lime debutó en EEUU en junio del año pasado con el alquiler de bicicletas eléctricas, y pronto se expandió a los patinetes. Tras haber registrado tres millones de usuarios en ese país, dio el salto al Atlántico y lanzó su servicio en París y Zúrich.

Expansión desde Madrid

En Madrid por ahora funciona en los barrios de Retiro y Atocha, y gradualmente esperan expandirlo al resto de la capital. Asimismo, tienen en carpeta el proyecto de lanzarlo en otras ciudades de España, aunque la empresa todavía no revela cuáles son los destinos proyectados.

Para utilizarlo, el usuario se da de alta en la aplicación, encuentra un vehículo con el GPS del móvil, y con un código desbloquea el motor del patinete. El coste es de un euro por la activación más 0,15 euro por cada minuto de uso.

Los patinetes compartidos se suman a las bicicletas eléctricas y otras opciones urbanas de movilidad sostenible

Cuando termina de viajar, lo puede dejar en cualquier punto de la vía pública que por la noche los operarios de Lime los recogen, los reacondicionan, y por la madrugada vuelven a estar operativos.

Vehículo que reduce las emisiones

Los patinetes no quedan encadenados ni cuentan con anclajes para estaciones fijas. Pero Lime no teme al vandalismo, porque los vehículos no pueden funcionar sin el desbloqueo, y además un sistema de geolocalización por GPS permite a la empresa saber donde se encuentra cada unidad.

El gerente regional de Lime en Europa, Gauthier Derrien, puntualizó que estos patinetes eléctricos son «una solución inteligente que permite evitar la congestión del tráfico y minimiza las emisiones contaminantes».

Autonomía de hasta dos horas

Cada uno de estos vehículos tiene una autonomía de 50 kilómetros y su velocidad está limitada a los 24 kilómetros por hora, los mismos que puede alcanzar una bicicleta eléctrica con poco esfuerzo.

Como ellas, la circulación de los patinetes se debe realizar en los carriles bici, y ocasionalmente en la calle, pero no en la acera; excepto que no haya otra alternativa.

Mientras existían los patinetes a tracción, su uso se limitaba a los niños y adolescentes; pero con la llegada de los eléctricos ganaron en popularidad, y cada vez más adultos los utilizan para movilizarse al trabajo y evitar el uso de coches privados.

Incentivo a la movilidad sostenible

Muchos ayuntamientos promueven su uso, junto con el de las bicicletas eléctricas, por medio de subvenciones o a través de políticas que incentiven la “movilidad como un servicio”.

El objetivo es que el ciudadano sepa qué alternativas de transporte cuenta sin usar coches privados, ya sea autobuses, vehículos de alquiler, bicicletas compartidas y ahora también patinetes. Todo con tal de llegar a destino de una manera sostenible.

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